Al menos 400.000 estadounidenses han recibido una vacuna de refuerzo contra el COVID-19 y casi un millón han programado citas, según los funcionarios de la Casa Blanca.

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Al menos 400.000 personas en Estados Unidos han recibido vacunas de refuerzo contra el COVID-19 desde que se autorizaron las inyecciones adicionales la semana pasada, informó el martes la administración Biden.

“Nuestra planificación y preparación sobre los refuerzos han impulsado un comienzo sólido”, señaló Jeff Zients, un coordinador de respuesta contra el coronavirus de la Casa Blanca, a los periodistas, durante una conferencia de prensa transmitida en vivo.

Agregó que la mayoría de las 400.000 inyecciones se administraron durante el fin de semana y casi 1 millón de personas han programado citas para recibir su tercera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech. Las alianzas de la administración con los estados, centros de atención a largo plazo, médicos y farmacias le permitieron implementar refuerzos “inmediatamente”, luego de la aprobación de las vacunas por parte del gobierno federal la semana pasada, expuso Zients.

“Hemos tenido un comienzo muy enérgico con la campaña de refuerzo”, comentó Zients. “Continuaremos trabajando con nuestros socios para desempeñarnos, de manera que podamos brindar de forma eficiente y equitativa la protección adicional de las dosis de refuerzo a los estadounidenses elegibles”.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dieron luz verde el jueves a los refuerzos del antígeno de Pfizer para personas mayores de 65 años, mismas que viven en centros de atención a largo plazo y otros adultos con ciertas condiciones de salud subyacentes. Los funcionarios también abrieron el camino para que los trabajadores adultos que enfrentan un alto riesgo de contraer el virus reciban refuerzos. Los estadounidenses elegibles pueden obtener la tercera dosis al menos seis meses después de haberse aplicado la segunda vacuna.

La mayoría de los estadounidenses inoculados se han inyectado el antígeno de Pfizer, según los CDC. Se espera que los reguladores eventualmente aprueben algún tipo de dosis de refuerzo para quienes recibieron las vacunas de Moderna o Johnson & Johnson.

A pesar del enfoque reciente en las dosis de refuerzo, Zients comentó que el alza en las tasas generales de inoculación sigue siendo la “máxima prioridad” del gobierno.

Aproximadamente el 77% de los estadounidenses adultos elegibles ha recibido al menos una inyección, según las estadísticas federales, y un aproximado del 65% se considera completamente inoculado. Alrededor del 23% no se ha aplicado ninguna vacuna, informó el lunes el presidente Biden, justo antes de recibir su dosis de refuerzo en televisión nacional.

A principios de este mes, un panel de expertos que asesora a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) rechazó un plan que habría puesto a disposición de la mayoría de los estadounidenses vacunas de refuerzo, porque no está claro cómo frenaría sustancialmente la propagación del virus mortal, puntualizaron.

Los expertos han instado a la Casa Blanca a centrarse en aumentar la inoculación en todo el mundo para limitar las posibilidades de que surjan variantes nuevas y potencialmente más mortales.

Zients detalló que la administración Biden está “enfocada en lograr que más estadounidenses se vacunen”, pero también está decidida a aumentar la capacidad de fabricación y envío para ayudar a otros países a obtener dosis del antígeno.

En los últimos 10 días, Estados Unidos ha enviado “millones” de dosis a México, Vietnam, Honduras, Sudáfrica y Filipinas, informó Zients. Biden se comprometió a mandar más de mil millones de dosis a otros países para el próximo otoño, una fracción de lo que los expertos indican que se necesita para salvaguardar el mundo.

“Este virus no conoce fronteras”, señaló Zients, “y erradicar el virus en todas partes protege nuestra salud y economía aquí en casa”.

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