El joven delantero jugará algunos minutos ante Levante, de acuerdo a lo que adelantó el técnico Koeman.

BARCELONA -- Ansu Fati regresa al escenario con el Barcelona. Cerca de once meses después de que se lesionara en un partido frente al Real Betis en el Camp Nou y al cabo de una larga y preocupante recuperación que incluyó hasta cuatro intervenciones, el delantero volverá a dejarse ver en un terreno de juego, aunque ya avisó este sábado Ronald Koeman que su presencia se limitará "a quince minutos máximo".

"No vamos a correr con él cargándole de partidos y minutos. Tenemos que seguir un plan para poder recuperarle totalmente porque eso es lo más importante”, advirtió el entrenador del Barcelona, considerando que su regreso es, probablemente, la mejor noticia de los últimos tiempos alrededor del Camp Nou. "Su vuelta es muy importante porque nos va a dar mucha calidad... Pero poco a poco”, solventó, advirtiendo que de momento no se puede, ni debe, cargar de responsabilidad a Ansu.

"Falta mucho para que esté como estaba. No se puede recuperar en dos partidos o dos semanas, tenemos que estar atentos y ayudarle porque eso es lo más importante. Depende de su estado y con el staff médico tenemos que estar juntos en esta dirección”, sentenció Koeman, frenando, probablemente, el propio ímpetu y satisfacción que debe sentir por recuperar a un futbolista que la pasada temporada, hasta el momento de su lesión en noviembre, fue el mejor acompañante del entonces líder azulgrana Lionel Messi.

EN LA RAMPA
Ansu Fati es quien por deseo del club, y después de haberlo consensuado con los capitanes de la plantilla, lucirá el 10 que durante los últimos trece años fue propiedad de Messi. Llamado a convertirse en el futbolista de referencia del Barça en los próximos tiempos, su agente Jorge Mendes ya mantuvo unos primeros contactos con los ejecutivos azulgranas para empezar a poner en orden el nuevo contrato que sustituya al actual que acaba al final de esta temporada, por más que exista una cláusula de renovación por dos años en manos de la entidad que no se quiere tener en cuenta.

Sin prisa pero sin pausa el Barça confía en que su nueva estrella vaya recuperando las sensaciones para ser capaz de liderar a un equipo que necesita de calidad en la delantera, de su desparpajo, olfato goleador (cuando se lesionó en noviembre de 2020 era el segundo máximo realizador del equipo con seis dianas en doce partidos) y trascendencia en el terreno de juego.

Ansu jugará, si se cumple lo adelantado por Koeman, quince minutos frente al Levante este domingo y volverá a disponer de minutos, ya se verá cuántos, el siguiente miércoles en Lisboa contra el Benfica antes de visitar al Atlético de Madrid en el último partido antes del parón por selecciones y en el que se espera pueda ya permanecer al menos media parte en el terreno de juego.

El plan está claro. Solo falta por ver la respuesta de un jugador en quien el club, el entrenador, los aficionados y sus propios compañeros tienen depositadas todas las esperanzas para recuperar el optimismo.


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