Casado: 'No tenemos que pedir perdón a México,sí darle las gracias por nuestra historia común'

"Desde España, no tenemos que pedir perdón a México, pero sí darle las gracias a una historia común de cinco siglos que alumbró la mejor etapa de la historia, la hispanidad, desde Roma". Con estas palabras, el presidente del PP, Pablo Casado, puso fin, por parte del PP, a la polémica suscitado por las palabras del ex presidente José María Aznar, que equiparó el indigenismo con el nuevo comunismo, y que hizo una parodia con el origen "indígena" del actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Unas palabras que no han sentado nada bien en Morena, el partido político de López Obrador.

La polémica le cogió a Pablo Casado en Cartagena, en la quinta jornada de la convención del PP, en la que intervenían dirigentes Iberoamericanos como el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, y el ex presidente mexicano Felipe Calderón, que ocupó el poder hasta 2012.

Durante su inicial intervención, Pablo Casado eludió la polémica y no introdujo, ni para bien ni para mal, la cuestión indigenista, ni la retirada y los ataques contra las estatuas que representan a los españoles que participaron en la conquista de Iberoamérica, empezando por Cristóbal Colón.

Casado se había limitado, al presentar al ex presidente mexicano Felipe Calderón, a reivindicar "el lazo histórico que une a México y a España", y a destacar "la intensa historia común de ambos países, desde hace cinco siglos", que a su juicio "ha traído lo mejor a las dos orillas, a España lo mexicano, y a México y lo español". Entre ellas citó el mestizaje, que "construyó una sociedad mejor" y permitió seguir avanzando".

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El presidente del PP incluso echó mano de la Constitución de 1812, que hablaba de "los españoles de ambos hemisferios". Pero llegó Felipe Calderón y pronunció su conferencia sobre el estado social. Habló de la emigración de México a los Estados Unidos, y cómo se esta volviendo a reavivar con la presidencia de López Calderón, porque sus políticas económicas crean pobreza.

Habló y habló, durante casi una hora, pero cuando ya se iba a despedir se metió de lleno en la polémica, pero no para criticar a Aznar, a quien no citó, sino a su presidente, López Obrador, por "jugar y manipular" con los sentimientos de los indígenas mexicanos, "para ocultar la situación económica y de corrupción".

"Me veo orgullosamente ciudadano del mundo", proclamó Calderón: "Y en vez de enemistarnos y dividirnos deberíamos unirnos en la defensa de unos valores". El ex presidente mexicano se autodefinió, sobre todo, "orgullosamente mexicano". Relató que tenía una bisabuela indígena y un bisabuelo cántabro, como le ocurre a la mayoría  de los mexicanos. Por eso, él no se considera "ni indigenista ni español, soy mexicano, orgulloso de mis raíces, sean las que sean" y "me enorgullece lo que soy".

Orgulloso, también, dijo, "de mi país, de mi bandera, de mi lengua, de la lengua de cervantes que es también la mía", como también está orgulloso de ser "guadalupano, de Michoacán, "donde los jesuitas dieron voz a la libertad". Felipe Calderón reivindicó también a Francisco de Vitoria, que protegió a los indígenas, a la vez que aborreció a Núñez de Guzmán, lo mismo que alabó a Vasco de Quiroga.

Por eso, le pidió a los mexicanos que "no caigamos en la trampa " que quiere poner el presidente de México, López Obrador, pero también le pidió a los españoles que "no caigan en la trampa de quienes siembran tormentos y recogen tempestades".

Calderón explicó que la pretensión de López Obrador es por un lado ocultar los problemas internos de México, económicos y de corrupción, pero también "dividir a los mexicanos". Porque él ve en esta polémica "una vil estrategia política de dividir y manipular, de polarizar". Para el ex presidente mexicano "Cuando México más ha sufrido es cuando nos han dividido nuestros enemigos" y por eso reiteró su orgullo como "mexicano de profundas raíces indígenas y españolas".

Fue entonces, tras estas palabras, cuando Casado se vio obligado a volver a tomar la palabra para decir: "Desde España, no tenemos que pedir perdón a México, pero sí darle las gracias a una historia común de cinco siglos que alumbró la mejor etapa de la historia, la hispanidad, desde Roma".

Fuente: lavanguardia.com

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