El piloto mexicano sigue sin lograr la velocidad a una vuelta que se necesita para poner al Red Bull más adelante en la salida

Por distintas situaciones, incluida falta de velocidad, Checo Pérez ha brillado limitadamente en clasificaciones con Red Bull

Con un Max Verstappen relegado al fondo de la parrilla tras el cambio de unidad de potencia y la obligación por dar la cara por Red Bull, el mexicano Checo Pérez volvió a mostrar su talón de Aquiles en el marco del Gran Premio de Rusia al clasificar en la novena posición y quedar lejos de las expectativas para este fin de semana.

Durante su primera temporada con el equipo austriaco, Checo Pérez ha salvado en varias ocasiones sus fines de semana en con su ritmo de carrera en domingo y la gestión de neumáticos. Sin embargo, esta mañana el tapatío de 31 años de edad volvió a ser fiel a su mal desempeño de los sábados y al cruzar la meta solo guardó silencio cuando su ingeniero Hugh Bird le anunciaba el top10 de la parrilla de salida.

Checo fue contratado por el equipo austriaco para ayudar al equipo a lograr el campeonato mundial de constructores, por lo que su principal labor desde el inicio de temporada es pelear por estar lo más arriba posible en la parrilla y estar cerca de Verstappen, pero esto no ha sido posible y de las 15 oportunidades, Checo solo ha iniciado por delante de su coequipero en dos ocasiones -en Imola y ahora que hay una sanción a Verstappen, quien ni siquiera participó en la primera ronda.

En pista el originario de Guadalajara ha sido dominado a placer por su compañero, quien tiene un balance demoledor de 13-2.

Durante los sábados de clasificación Checo Pérez solo ha sido capaz de clasificar en el top 5 en seis ocasiones. Y dentro de estas, quedó en el top tres solamente en dos, la primera en Italia y la segunda ocasión en Austria.

Dentro de las malas calificaciones que ha tenido el tapatío, en dos ha sido debido al llamado “rebufo”. La primera ocasión fue en Azerbaiyán, cuando logró ser factor importante para una buena calificación de Max Verstappen, quien inició tercero, pero al momento de que el neerlandés buscó ayudar al tapatío, Yuki Tsunoda y Carlos Sainz golpearon en el muro y perjudicó el tiempo de Pérez.

Otro de los malos momentos que ha pasado Sergio y que ha quedado fuera de sus manos, o de su equipo, se dio en el Gran Premio de Mónaco. En la Q3, en vuelta rápida y a solo 18 segundos de finalizar la sesión, aparecieron las banderas rojas debido al choque que sufrió Charles Leclerc. El de Guadalajara no pudo mejorar su tiempo y tuvo que salir desde la novena posición.

En el Gran Premio de Países Bajos, Checo vivió su peor clasificación con el equipo de la bebida energética, ya que no logró pasar ni siquiera de la Q1, algo que generó críticas para el piloto, pero también para el equipo, el cual asumió su responsabilidad a través de su jefe, Christian Horner.

"Todos esperaron en el pit lane, lo que han estado haciendo muchísimo en esta pista. Así que perdió muchísimo tiempo para entrar en el circuito. Y estaba muy, muy apretado al llegar al último sector. Así que le dimos la instrucción de que había que empujar. Pero todavía había dos o tres coches por delante de él para pasar por esas últimas curvas”, dijo el jefe de Red Bull.

Los problemas de Checo Pérez no solo se han limitado a las banderas, estrategias o mal desempeño, sino también al tema de salud. En el Gran Premio de España, Pérez finalizó en el octavo puesto y argumentó que parte de su mal día se dio por un dolor en el hombro izquierdo.

“Fue un poco difícil. No me sentí al 100% conmigo mismo hoy. Tuve un pequeño problema con mi hombro durante la calificación. Pero he hablado con el equipo, lo hemos revisado todo y mañana deberíamos volver al 100 por ciento. (El dolor) estaba empeorando cada vez más a medida que se desarrollaba la calificación. Luché un poco más con eso. Fue un poco doloroso, simplemente se puso un poco peor y peor”, dijo Checo durante la rueda de prensa.

Así es como el piloto mexicano no ha logrado avanzar en sus sábados de clasificación y esto ha perjudicado en su rendimiento el día de la carrera, donde a pesar de sumar dos podios y aportar para el campeonato de equipos su rendimiento no ha sido el mejor a nivel individual.

Y es que al calificar mal, (cuarta, quinta, sexta fila), se obliga a ponerse los ‘guantes de box’ y pelear en pista contra autos y pilotos que no son sus rivales directos, de tal forma que pierde tiempo y en algunos casos, cuestan puntos, como en Austria e Inglaterra contra Norris.


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