Las enfermedades raras (EERR) son aquellas que tienen una baja prevalencia en la población, es decir, las sufren menos de 5 de cada 10.000 personas en el mundo. Entre las 7.000 enfermedades raras diagnosticadas, se encuentran las denominadas enfermedades de Depósito Lisosomal (LSD) o lisosomales, causadas por aspectos genéticos por deficiencias enzimáticas.

Existe un círculo vicioso entre la desnutrición y la infección1. Mientras las infecciones exacerban la desnutrición, esta aumenta el riesgo de infección en un 30%2.

Diversos estudios han confirmado que las enfermedades por deficiencia alimentaria pueden reducir la resistencia del organismo a las infecciones y afectar de modo adverso el sistema inmunológico. Al mismo tiempo, también se ha demostrado que los niños con desnutrición presentan complicaciones infecciosas más frecuentes y estancias más largas en el hospital después de una cirugía. Con el objetivo de llamar la atención sobre el papel de la desnutrición en la evolución de las infecciones pediátricas, Danone Specialized Nutrition ha puesto en marcha la campaña ‘Rompe el Círculo’, para reflejar, además, la importancia del diagnóstico temprano de la desnutrición en pediatría y de derivar al paciente, cuanto antes, al especialista en Gastropediatría.

Cualquier infección es más frecuente en un niño con mal estado nutricional

“A la hora de abordar la desnutrición infantil, el papel de los pediatras de Atención Primaria es clave, pues son la puerta de entrada al sistema sanitario. Son ellos los que primero pueden actuar frente a la desnutrición, detectando problemas orgánicos subyacentes y/o matizando comportamientos poco saludables. Y, en caso de que el paciente pueda beneficiarse, serían ellos los que iniciarían los trámites de la derivación al especialista”, indica el doctor Iván Carabaño, médico adjunto del servicio de Pediatría del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid. Una vez realizada la derivación a gastropediatría, “los gastropediatras, en especial si están capacitados en nutrición clínica, van a facilitar que los niños en situación de riesgo nutricional no inclinen su balanza hacia un escenario de carencia, sino que consigan equilibrarlo de una manera razonable y con pautas de nutrición específicas”, remarca el doctor Carabaño.

La relación entre desnutrición e infección es bidireccional. Por un lado, los cambios en la microbiota intestinal relacionados con la desnutrición comprometen la función inmune1, mientras que las deficiencias de proteínas y micronutrientes comprometen las funciones inmunes innatas y adaptativas1. Por otro lado, la infección aumenta el riesgo de desnutrición debido al gasto metabólico de la activación inmunitaria, por su efecto directo -como, por ejemplo, con la pérdida de nutrientes durante una diarrea-, así como por la potencial suspensión del apoyo nutricional en lactantes críticamente enfermos. “Las infecciones graves más prevalentes a nivel mundial en el colectivo infantil afectado por la desnutrición son tres: diarrea, neumonía y sarampión, y estos tres procesos conllevan en estos niños una gran letalidad. Pero, realmente, cualquier infección es más frecuente en un niño con mal estado nutricional”, explica el especialista.

Soporte nutricional temprano

Una intervención nutricional temprana en los niños con desnutrición aumenta la posibilidad de obtener mejores resultados. “La precocidad en la restauración de un buen estado nutricional es, sin duda, un factor muy importante. Incluso, en ciertas situaciones de riesgo, el pediatra se ha de anticipar a la aparición de una desnutrición, pues la optimización del estado nutricional va a mejorar la recuperación del niño”, dice el doctor Carabaño.

En esta línea, tener en cuenta el valor que aporta cada nutriente al sistema inmunitario del paciente es fundamental en el abordaje de la desnutrición, especialmente en la desnutrición infantil. Por eso, el objetivo del tratamiento nunca debe ser la simple ganancia de peso, sino lograr un aporte adecuado de cada nutriente para un buen desarrollo. “Siempre que sea posible, el soporte nutricional de elección será la nutrición enteral. Por razones obvias, dentro de las opciones enterales, nos decantaremos por la oral. Si esta fuera imposible, se podría recurrir a ofrecer los aportes a través de una sonda, que lleve la alimentación directamente hasta el estómago, o hasta el intestino delgado. Cuando la alimentación no pueda llegar al aparato digestivo, se recurrirá a la llamada nutrición parenteral, que es la que se ofrece directamente a través de una vena”, concreta el especialista del Hospital 12 de Octubre.

Por último, el experto incide en que, en el colectivo infantil, los estilos de vida saludables son el factor preventivo más importante a la hora de reducir la prevalencia de enfermedades no transmisibles en un futuro, en especial, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. “En este orden de cosas, garantizar una nutrición apropiada para cada niño, atendiendo a sus problemas y necesidades, ha de ser uno de los objetivos prioritarios de salud para cualquier población que se marque un horizonte mejor. En nuestras manos está que así sea”, ultima el doctor Carabaño.

Complemento alimenticio

Infatrini es un complemento alimenticio de Danone Specialized Nutrition. Está indicado para estimular la recuperación del crecimiento y mejorar el sistema inmune de los lactantes3-7. El uso de infatrini tiene como resultado una disminución de la estancia hospitalaria y una reducción del 31% en la frecuencia del uso de antibióticos en comparación con la fórmula infantil estandar.(8)

Su formulación única imita la función macrobiótica de la leche materna, aumentando el número de bifidobacterias y reduciendo el riesgo de infecciones. (9-15)

1.- Ibrahim et al. Impacto f childhood malnutrition on host defense and infection. Clinical Microbiology Reviews 2017 30.4:919-971. 
2.- Reid M, et al. The acute-phase protein response to infection in edematous and nonedematous protein-energy malnutrition. American Journal of Clinical Nutrition 2002; 76: 1409-15.
3-7:
3- Miles, E et al., The influence of different combinations of gamma-linolenic acid, stearidonic acid and epa on immune function in healthy young male subjetcs. British Journal of Nutricion, 2004. 91 (6), 893-903.
4. Rees, D. et al., Dose-related effects of eicosapentaeonic acid on innate immnune function in heallthy humans: A comparison of young and older men. American Journal of Clinical Nutrition, 2006 83(2), 331-342.
5. Thies, F, et al., Dietary supplementation with gamma-linolenic acid or fish oil decreases t lymphocyte proliferation in healthy older humans. Journal of Nutrition, 2001 131(7), 1918-1927.
6. Yu, V. 2002. Scientific rationale and benefits of nucleotide supplementation of infant formula. Journal of Paediatrics and Child Health, 38(6), 543-549.
7. Haarman &Knol, Quantitive real time PCR of fecal Bifidobacterium species in infants receiving a prebiotic formula. Applied and Environmental Microbiology. 2005; 71:2318-24.
8. Scheeffer VA, Ricachinevsky CP, Freitas AT, Salamon F, Rodrigues FF, Brondani TG et al. Tolerability and effects of the use of energy-enriched infant formula after congenital heart surgery: A randomized controlled trial JPEN 2019 Mar 22 (Epub ahead of print).
9. Knol et al., Colon microflora in infants fed formula with galacto -and fructo-oligosaccharides: more like-fed Infants. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition. 2005;40:36-42.
10. Scholtens etc al, Fecal secretory immunoglobulin A is increased in healthy infants who receive a formula with short-chain galacto-oligosaccharides an long-chain fructo-oligosaccharides. Journal of Nutrition 2008;138:1141-1147 2008.
11. Knol et al., Increase of fecal bifidobacterial due to dietary oligosaccharides induces a reduction of clinically relevant pathogen germs in the faeces of formula-fed preterm infants. Acta Paediatrica, 2005;94(Suppl 449),31-33.
12. Arslanoglu et al., Early supplementation of prebiotic oligosaccharides protects formula-fed infants against infections during the first 6 months of life. Journal of Nutrition 2007;137:2420-2424.
13. Arslanoglu et al., Early dietary intervention with a mixture of prebiotic oligosaccharides reduces the incidence of allergic manifestations and infections during the first two years of life. Journal of Nutrition 2008;138:1091-1095.
14. Bruzzese et al, A formula containing galacto -and fructooligosaccharides prevents intestinal and extra-intestinal infections. Clinical Nutrition 2009;28:156-161.
15. Chatchatee et al., Effects of growing up milk supplemented with prebiotics and LCPUFAs on infections in young children. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition 2014:58:428-437.

Este contenido ha sido desarrollado por UE Studio, firma creativa de branded content y marketing de contenidos de Unidad Editorial, para Danone.

Continuar en Diario Médico