Las redes criminales latinoamericanas mantienen presencia en Europa, un atractivo mercado para la venta de cocaína.

Las redes criminales latinoamericanas mantienen presencia en Europa, un atractivo mercado para la venta de cocaína y, de acuerdo con la oficina de la ONU para la Droga y el Delito, el suministro de esta droga no tiene precedentes y un actor fundamental es el Cártel de Sinaloa, con origen en México.

De acuerdo con el documento El Comercio Ilícito de la Cocaína de América Latina a Europa: ¿De los Oligopolios a la Libertad para Todos? editado por UNODC con la Interpol, los cárteles mexicanos son ahora organizaciones criminales transnacionales involucradas no sólo en el tráfico de drogas, servicios de seguridad, asistencia legal y hasta blanqueo de capitales.

De acuerdo con estas instituciones, las organizaciones criminales en la Unión Europea utilizan intermediarios independientes, cuando antes los cárteles mexicanos sólo estaban involucrados marginalmente en el tráfico de drogas en Europa; sus actividades en ese continente se han intensificado recientemente.

Los productores de cocaína de Colombia, Perú y Bolivia mantuvieron durante mucho tiempo contactos con las redes delictivas europeas para suministrar cantidades sin precedentes de la sustancia, que alcanza precios muy altos en el viejo continente en comparación con la mayoría de las demás regiones del mundo, lo que implica importantes márgenes de ganancia tanto para productores como para distribuidores.

En el documento se recuerda que en febrero de 2020 las autoridades italianas frustraron un intento del Cártel de Sinaloa para suministrar cocaína desde Colombia a los traficantes en Italia a través de Catania, en Sicilia, pues las fuentes de las autoridades adelantaron que el cártel tenía como objetivo desarrollar una nueva ruta para trasladar grandes cargamentos en avión privado desde el país centroamericano a los pequeños aeropuertos de Italia

En ese caso, llegaron 400 kilogramos de la droga al aeropuerto de Fontanarossa en un vuelo comercial, pero pudo incautarse por la infiltración de informantes.

De acuerdo con ONUDC e Interpol, los actores antes dominantes en el tráfico de drogas como las FARC y el Cártel del Norte de Colombia se han dispersado y ese puede ser uno de los motivos de la presencia expandida de grupos mexicanos en Colombia, como una forma de seguir adquiriendo grandes cargamentos de cocaína, que ya no podrían ser suministradas por los actores más pequeños.

Además, alertan por indicios de una reciente incursión de algunos grupos mexicanos que operan directamente en las regiones de cultivo de coca, pues la larga historia de colaboración con los traficantes colombianos, conocimiento íntimo del comercio ilícito de esta droga y el lenguaje común probablemente les dieron ventajas significativas en llegar tan profundo en la cadena de suministro de la sustancia.

DMZ

Fuente: milenio.com