Reynosa, Tamps.— Sin restricciones están viajando los migrantes haitianos que llegaron a Reynosa, para dirigirse a Ciudad Acuña, Coahuila.

Las empresas de transporte foráneo de pasajero reportan que los haitianos están haciendo escala en Monterrey, Nuevo León, a fin de no ser detectados por el Instituto Nacional de Migración.

Empleados de la Central de Autobuses en esta frontera informaron que no han recibido instrucciones para negar la venta de boletos a los migrantes. Dijeron que lo único que ha cambiado es el destino al cual están viajando y que desconocen si en Monterrey las empresas de transporte foráneo tengan restricciones para vender boletos a los haitianos.

Sin embargo, una autoridad federal afirmó a The Associated Press que México comenzará a devolver a los migrantes haitianos en vuelos que partirán desde Monterrey y Tapachula, en la frontera con Guatemala.

Los migrantes están viajando en grupos de cinco o 10 personas en diversos horarios y en diferente línea de transporte desde Reynosa. De esta forma evitan llamar la atención, ya que en su trayecto de Tapachula, Chiapas, a Tamaulipas, alrededor de 500 migrantes a bordo de 15 autobuses fueron detectados por elementos del INM y obligados a descender.

Por ello, formaron una caravana que recorrió más de 147 kilómetros desde San Fernando hasta Reynosa, Tamaulipas. Al inicio, los migrantes se estaban trasladando de forma directa a Acuña, Coahuila, donde se encuentra un gran campamento de haitianos que busca llegar a Estados Unidos.

La familia Baptiste decidió permanecer en Reynosa, pues requieren obtener en su país actas de nacimiento y carnets de ciudadanía a fin de solicitar permisos para acreditar su estancia legal en México.

Jean, el jefe de familia, decidió emprender el viaje con su esposa y sus dos hijos de un año y otro de 10 meses de edad. Asegura que permanecerán en Reynosa para que las autoridades de migración le ayuden a pedir su documentación y así seguir su camino hacia Acuña, Coahuila. Dice sentirse triste, pues está observando cómo compañeros de su caravana siguen su camino sin problemas.

“No podemos irnos, no tenemos papeles, no podemos viajar a Acuña, allá es más fácil ir a Estados Unidos, allá tienen un campamento haitiano”. La familia requiere de leche en polvo para alimentar a sus hijos, así como pañales y ropa.


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