Asesores del gobierno recomendaron aplicar dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer a millones de estadounidenses

La campaña de vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos está a punto de entrar en una nueva e importante fase: los asesores del gobierno recomendaron el jueves aplicar dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer a millones de estadounidenses.

Esto a pesar de la preocupación de algunos expertos de que las inyecciones adicionales harán poco para frenar la pandemia.

El grupo asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendó las dosis adicionales para las personas de 65 años o más, los residentes de asilos de ancianos y las personas de 50 a 64 años con enfermedades subyacentes. La dosis adicional se administraría una vez que hayan pasado al menos seis meses desde que recibieron su última inyección de Pfizer.

Decidir quién más podría ser elegible a un refuerzo fue mucho más complicado. A pesar de que existe poca evidencia de que las personas más jóvenes estén en riesgo de disminución de inmunidad, el panel ofreció la opción de un refuerzo a las personas de 18 a 49 años con problemas crónicos de salud y que quieran una nueva dosis.

De cualquier forma, administrar la primera dosis a aquellas personas que no están inoculadas sigue siendo la máxima prioridad, y el panel expresó sus dudas sobre si el debate sobre los refuerzos representaba una distracción en dicho objetivo.

Las tres vacunas contra el COVID-19 utilizadas en Estados Unidos siguen ofreciendo una elevada protección contra una enfermedad grave, hospitalización y muerte por coronavirus, incluso durante la propagación de la variante delta, que es más contagiosa. Pero sólo unos 182 millones de estadounidenses cuentan con esquema completo de vacunación, apenas el 55% de la población.

“Podemos aplicar el refuerzo a las personas, pero esa realmente no es la respuesta a esta pandemia”, dijo la doctora Helen Keipp Talbot, de la Universidad de Vanderbilt. “Los hospitales están llenos porque las personas no están vacunadas. Le estamos negando la atención a las personas que la merecen porque estamos llenos de pacientes con COVID que no están vacunados”.

La decisión del jueves representa una medida sumamente diluida al plan que presentó el gobierno del presidente Joe Biden el mes pasado, en el cual se propuso aplicar refuerzos a prácticamente todas las personas para reforzar su inmunidad. La tarde del miércoles, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus iniciales en inglés), al igual que los CDC, aprobaron los refuerzos de Pfizer para una porción mucho más específica de la población de lo que había previsto la Casa Blanca.

Dependerá de los CDC establecer de forma definitiva quiénes serán elegibles para la dosis adicional.

De cualquier forma, incluso una campaña limitada de refuerzos representa un cambio importante en las labores de vacunación del país. Gran Bretaña e Israel ya administran una tercera dosis a pesar del firme rechazo de la Organización Mundial de la Salud, debido a que los países más pobres no tienen suficientes vacunas para aplicar siquiera las primeras.


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