De acuerdo con las autoridades, Cristina López usó parte de ese dinero para darle armas de fuego a su hijo adolescente, quien a su vez las compartió o las vendió a miembros de su banda. Este caso está ligado a un asesinato ocurrido en julio en el nor

Una madre hispana de California que recibió 4.9 millones de dólares en un acuerdo extrajudicial para concluir una demanda por la muerte de su hijo adolescente, se encuentra ahora en serios problemas judiciales. La Policía la arrestó bajo sospecha de haber usado su fortuna para comprarles armas a su hijo de 14 años y a miembros de una pandilla a la cual él pertenece.

Cristina López, de 42 años y residente de Madera, enfrenta 22 cargos de conspiración para proporcionar armas de fuego a un menor en beneficio de una pandilla, poner en peligro a un niño y conspirar para proporcionar un arma de fuego a un miembro de una pandilla, informó en un comunicado el Departamento de Alguaciles del condado de Fresno, en el norte de California.


López, su hijo menor y otros 12 integrantes de la pandilla Calwa han sido vinculados además al asesinato de un hombre en la ciudad de Malaga el pasado 9 de julio. De acuerdo con los fiscales, el crimen lo habría ordenado el cabecilla de la banda Jesse Aguilar, de 47 años y alias ‘Paya’, quien cumple una condena a cadena perpetua en la prisión Salinas Valley por matar a una persona en 2014.

Al hijo de López, cuyo nombre no fue publicado por tratarse de un menor de edad, le imputaron cargos de posesión de armas, conspiración para cometer delitos y beneficiar a una pandilla. La Fiscalía presentó los mismos delitos contra un adolescente de 13 años, quien también fue detenido por este caso.

Los fiscales afirman que López le compró armas a su hijo, quien a su vez las compartió o vendió a otros pandilleros. En cateos a 14 domicilios ligados a la banda, las autoridades confiscaron 12 armas de fuego.

Ralph Torres, abogado defensor de López, declaró al canal ABC30 que su clienta puede demostrar en qué ha gastado el dinero que le pagó el gobierno y subrayó que ella se mudó fuera del área de Calwa precisamente para alejar a sus hijos de las malas compañías.

López y su esposo ganaron en abril un acuerdo de 4.9 millones de dólares por la muerte de su hijo de 16 años, Isiah Murrietta-Golding. En 2017, él fue baleado fatalmente por un sargento de la Policía de Fresno. Isiah y su hermano mayor Israel eran buscados para ser interrogados por un homicidio. Al localizarlos, el agente le disparó en la nuca a Isiah, quien estaba desarmado.

Michael Haddad, quien representó a esta mujer en la demanda de derechos civiles, dijo a la agencia AP que no creía en las acusaciones. La describió como una “buena madre” y mencionó que le parecía que las autoridades actuaban en su contra por el dinero que le entregaron.

“Los cargos me parecen realmente una represalia, porque golpeó al Departamento de Policía de Fresno en un caso importante de derechos civiles por matar a su hijo”, declaró Haddad a dicha agencia.

El crimen que destapó todo

La Fiscalía de Fresno alega que en vez de que López rehiciera su vida y la de su familia con la fortuna que recibió, se involucró en las actividades criminales de la pandilla a la cual pertenece su hijo.

Todo se descubrió tras el asesinato de Javier Fernández, de 52 años, cerca de su casa en Malaga, el pasado 9 de julio. Al momento se desconoce si el arma o las armas que se usaron para cometer este crimen fueron adquiridas por López.


Los detectives afirman que el principal sospechoso, Richard Aguilar, usó un auto Honda CRV plateado con reporte de robo. El vehículo fue quemado y lo encontraron cerca de la esquina que forman las avenidas Jensen y Cedar. Una cámara de seguridad captó a cuatro personas que huían del lugar. Esa imagen fue difundida por las autoridades para pidiendo la ayuda del público para identificarlos.

La Policía recibió dos denuncias, una de las cuales señalaba un lugar cerca del domicilio de Aguilar.

Aguilar, de 18 años, fue arrestado el jueves pasado en una casa ubicada en la cuadra 2200 de la calle Norris Drive East, en el distrito de Mayfair de Fresno. El pandillero se atrincheró en una habitación y se rindió cuando los agentes del equipo de tácticas especiales SWAT lanzaron gases lacrimógenos.

Lo trasladaron a la cárcel del condado de Fresno. Lo acusan de asesinato y tiene una orden pendiente por robo. La mayoría de los otros pandilleros detenidos en este caso tienen entre 18 y 24 años.

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Fuente: univision.com