Según Grupo Cognitive, 'los inversionistas jamás habían visto al país tan riesgoso como ahora'. Este nivel tan alto, un 10.65 % en el EMBI, no se observó ni durante la crisis económica del 2008-2009.

El Salvador se posicionó esta semana como el tercer país con el riesgo más alto de Latinoamérica, después de Venezuela y Argentina. El martes pasado, el Indicador de Bonos para los Mercados Emergentes (EMBI en inglés) sobrepasó los 1,000 puntos básicos para El Salvador, uno de los registros más altos que ha tenido el país, de acuerdo con diversas fuentes.

Ese día, el riesgo país de El Salvador alcanzó un 10.65 %; Argentina se ubicaba como el segundo país con más riesgo de Latinoamérica, con 15.97 % y Venezuela estaba a la cabeza con un 310.21 %. El promedio latinoamericano fue de 3.70 %.

EMBI mide la sobretasa que debe pagar un bono frente al rendimiento de los títulos a 10 años que emite el tesoro de los Estados Unidos, los cuales se consideran libre de riesgo.

Este indicador es un termómetro de cuánta confianza tienen los inversores en un país, mientras más alto es el EMBI menor es la confianza que existe en el futuro inmediato de ese país.

"El Salvador jamás había sido visto tan riesgoso como ahora por los inversionistas internacionales. Ni en la crisis del 2008, ni en el default selectivo en 2017, ni en pandemia en 2020", resaltó Grupo Cognitive, firma especializada en datos e inteligencia de mercados.

"La mayoría de este incremento (más del 70 %) se ha dado en septiembre. Sin embargo, la tendencia a la baja que se traía se rompió desde mayo de 2021", anotó la firma. El 1° de mayo, el parlamento destituyó al fiscal general y a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

El Salvador se mantiene, además, como el país más riesgoso de Centroamérica, es decir que "pedir prestado dinero le saldría más caro que a los demás. ¿Cuánto? Unas dos veces más caro que a Costa Rica, tres a cuatro veces más que Honduras y Guatemala, o casi seis veces más que Panamá", comparó Grupo Cognitive.

El economista Luis Membreño coincide en que el 10.65 % es uno de los niveles de riesgo más altos que se ha tenido en El Salvador, tanto al compararlo con la crisis por la pandemia de la covid-19, en 2020, como con la crisis del 2008-2009.

Además, a principios de esta semana se reportaron de nuevo bajas en los precios de los bonos e El Salvador. Membreño relaciona la fuerte caída en los bonos y que la tasa de los bonos del 2023 haya superado el 20 %, al incierto futuro para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por $1,300 millones.

"Lo que el mercado está diciendo es que se ha perdido la confianza realmente en esa posibilidad del acuerdo y con eso que El Salvador vaya a ser responsable fiscalmente ahora y en el futuro", dice.

"En la medida que el gobierno no logre financiar con deuda externa sus cuentas, entonces tiene que buscar alternativas para financiarse internamente y dado que el financiamiento interno se ve cada día más apretado, en el sentido que les ha costado refinanciar LETES y CETES, y que tiene otros vencimientos en lo que resta de septiembre y diciembre, lo que eso lleva es que el gobierno está buscando alternativas que van a ir en detrimento y metiéndole una gran cantidad de riesgo al pueblo salvadoreño", agrega.

Entre las alternativas que van quedando al Gobierno está el promover una reforma de pensiones, que ya fue anunciada, además de obtener una mayor proporción de la reserva de liquidez, adicional a lo que ya obtuvo el año pasado, considera Membreño.

Álvaro Trigueros, economista de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), destacó que con el alza del riesgo país, El Salvador se ubicó entre los países que "recientemente han tenido un impago en su deuda" como Venezuela, Argentina y Ecuador. "El Salvador recientemente no ha caído en impago, salvo en 2017, con un impago selectivo a la deuda con los fondos de pensiones, y rápidamente se corrigió porque había una Sala de lo Constitucional independiente", comentó desde su cuenta de Twitter.

"Para eso es que sirve una Sala de lo Constitucional independiente. Para proteger los derechos de los ciudadanos (...) Ahora que no hay Sala de lo Constitucional independiente, ¿quién protegerá a los ciudadanos del próximo default?", se preguntó Trigueros.

Impacto

Sobre la caída en el precio de los bonos por 11 días consecutivos, registrada hasta el pasado martes, la economista de ICEFI (Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales), Lourdes Molina, expresó que "es verdaderamente preocupante, porque indica una falta de confianza en el gobierno salvadoreño. Esto es una consecuencia del constante debilitamiento de la institucionalidad democrática en el país, así como de la falta de un plan claro tanto en materia fiscal como económica".

"Esta falta de confianza se traduce en un incremento del riesgo país algo que, en un contexto donde todo parece indicar que el acuerdo con el FMI no se concretará en el corto plazo es aún más preocupante, porque el país sigue necesitando financiamiento y para acceder al mismo debe pagar altísimas tasas de interés, un costo que termina siendo absorbido por toda la población", añadió.

En el caso de El Salvador, el 10.65 % es la prima adicional que tendría que haber pagado el país frente al bono del tesoro de Estados Unidos a 10 años, de haber salido ese día al mercado con una emisión de deuda.

De tal modo que la tasa de interés por una nueva colocación de bonos rondaría un 12 %. Ayer, la mayor parte de emisiones de bonos del país no registraron caídas, sino alzas de entre 0.24 % o 5 %, las cuales, sin embargo, no fueron suficientes para retornar a los niveles previos.

¿Cómo afecta este panorama a la población? Según Grupo Cognitive "existen presiones al alza para las tasas de los créditos. El Estado necesita liquidez y pedir prestado sale muy costoso, por lo que podría recurrir a aumento de impuestos y otras fuentes. Esto aleja a la inversión extranjera".

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