Fokkema se convirtió en la primera mujer que disputa un partido oficial con un equipo de varones en el fútbol holandés.

El sábado, la mediocampista Ellen Fokkema de VV Foarut siguió su rutina habitual de los días de partido. Pedaleó por los hermosos campos de Frisia hasta llegar al complejo deportivo de Schatzenburg, en el pequeño pueblo de Menaam, al norte de los Países Bajos (unos 90 minutos al norte de Ámsterdam). Vio las mismas caras en el club que ha sido su hogar desde los cinco años.

Pero el sábado resultó ser todo menos normal, ya que la joven de 20 años se enteró de que estaría en el banco de la "4e Klasse" (novena división) del club contra el Sleat. No para su equipo habitual sub-19, sino para el equipo A de hombres.

En mayo de 2021, la KNVB (Asociación Neerlandesa de Fútbol) anunció un cambio en sus normas de elegibilidad -gracias a la perseverancia, la pasión y el talento de Fokkema- que les permite a las mujeres jugar en la máxima categoría masculina. Aunque el fútbol mixto está permitido en las categorías inferiores y en los equipos amateurs de "Categoría B", antes las mujeres no podían pasar a una categoría superior. Pero todo cambió cuando, después de 60 minutos de juego el sábado, Fokkema recibió el visto bueno de su entrenador, Janco Croes, y salió a la cancha ante unos 150 espectadores para hacer historia en el fútbol.

Fokkema está acostumbrada a jugar con y contra hombres; tiene cicatrices en la pierna que lo demuestran. Busca maneras de utilizar su ingenio y su velocidad para sacar ventajas, tal como su héroe, el mediocampista de Barcelona Frenkie de Jong. "Juego con inteligencia, de lo contrario, nunca ganaré; eso está biológicamente determinado", le dijo a ESPN.

La semana anterior al partido fue típica, con dos sesiones de entrenamiento intercaladas entre sus estudios. Sin embargo, aunque trató de mantener la mayor normalidad posible, Fokkema era consciente de la importancia de jugar el partido del sábado. El martes pasado trabajaba en el servicio de urgencias del hospital local --le quedaban seis meses de estudios antes de obtener el título de enfermera-- pero desde entonces ha ayudado a protagonizar un cambio radical en el fútbol.

"Supongo que es un hito para el fútbol en general", dijo Fokkema. "Las mujeres podrán elegir en qué equipo jugar... eso es nuevo, que puedan elegir. Espero no ser la última, si no, todo habrá sido en vano".

Fokkema tenía cinco años cuando empezó a jugar en VV Foarut. "En aquel entonces, cuando era chica, los adversarios decían: '¡Eh, hay una chica!' Pero yo tenía el pelo corto, así que la mayoría de la gente no se daba cuenta. Lo hacía a propósito, para que nadie se diera cuenta", dijo.

Las dos hermanas de Ellen, Jenny y Marianne, juegan al fútbol -su hermano Auke lo intentó, pero no era para él- habiendo heredado la pasión de su madre Klaske por el deporte. Es un pueblo donde todo el mundo se conoce, con una población de apenas 2665 habitantes, y el club de fútbol local es un entorno familiar donde todos crecen juntos. Seis de los chicos con los que solía jugar siguen con ella, 15 años después; estuvieron en su fiesta cuando cumplió 18 años, celebraron las victorias y analizaron las derrotas juntos. En el camino, se hizo resistente a las burlas de sus rivales.

"Solía patear los tiros libres, y los rivales se molestaban mucho cuando entraban", dice Fokkema. "A veces me decían: 'Oye, esto no es ballet', pero al minuto siguiente los superaba y eso se siente muy bien". Sin embargo, justo antes de cumplir los 19 años, parecía que ya no iba a poder seguir jugando junto a sus amigos.

Las normas de la Federación Neerlandesa de Fútbol prohibían a las mujeres pasar al equipo masculino mayor en la cuarta división, lo que significaba que quienes que habían jugado para un solo club en las categorías inferiores tenían que buscar un nuevo equipo al cumplir los 19 años. A Fokkema le quedaban dos opciones: jugar en el equipo de reserva junto a gente que no conocía demasiado bien, o pasar a un equipo femenino. Había recibido ofertas del equipo femenino profesional de Heerenveen, pero prefirió dar prioridad a sus estudios médicos, y además quería seguir jugando con sus amigos.

"Me sentía como uno más y quería estar en el equipo de mayores con ellos", dijo Fokkema.

VV Foraut lo tuvo en cuenta: En diciembre de 2019, el representante del club Auke Grijpma le escribió a la KNVB pidiendo un permiso especial para que Fokkema pudiera seguir jugando en el equipo masculino. No tuvieron respuesta, así que volvieron a intentarlo en febrero, y enviaron una tercera carta en marzo.

"Creo que al principio [en la Asociación Neerlandesa de Fútbol] no sabían qué hacer con el pedido", Roos Brouwer, un empelado senior en el departamento de desarrollo de fútbol de la KNVB le dijo a ESPN. "Porque necesitábamos estudiar en detalle el tema de las regulaciones y creo que todos pensaron inicialmente: 'veamos si es un pedido serio y si son persistentes y regresan'".

Después de la tercera carta, terminaron respondiendo. La KNVB anunció en agosto de 2020 un esquema piloto por medio del cual Fokkema iba a poder jugar con el equipo masculino de mayores. Hizo siete apariciones con su club como parte de la prueba; un representante de la KNVB fue a verla y la entrevistó después para que le contara cómo había sido su experiencia.

"También les habían preguntado a los rivales cómo se habían sentido", dice Fokkema. "Ellos [los oponentes] no me dijeron mucho – después del partido, un choque de puños y eso fue todo”.

Cuando otro aumento de casos de COVID-19 hizo que el fútbol amateur se cancelara a fines de octubre, hizo que la prueba piloto terminase abruptamente. "Me encantó el nivel más alto. Es un poco más rápido y un poco más brutal, pero tengo un juego en el que priorizo la inteligencia antes que la fuerza física”, dijo Fokkema. "Pero me encanta la camaradería".

El club presentó el expediente a la KNVB, alegando que la prueba debía resultar en un cambio permanente en las reglas de elegibilidad en el fútbol neerlandés. Había pocos otros casos en el mundo para que KNVB pudiera considerar. En el fútbol profesional Professional hubo ofertas para mujeres en el pasado. Perugia intentó fichar a la leyenda alemana, Birgit Prinz en 2003, mientras que en 2016 el equipo canadiense, Calgary Foothills (jugando en la Premier Development League de los Estados Unidos) fichó a la jugadora Nro. 1 de Canadá, Stephanie Labbe, pero la liga terminó bloqueando la movida. Por lo que no hubiese sorprendido que la KNVB optara por no cambiar las reglas para ser elegibles.

Pero después, a principios de mayo de 2021, la KNVB convocó a una reunión por Microsoft Teams con Fokkema y su club. Ellos habían revisado toda la evidencia y estuvieron de acuerdo en permitir que continuara jugando junto con sus amigos.

"La seguimos en los partidos de práctica, en los partidos por la copa y los de liga durante la prueba piloto y no encontramos una sola razón que nos indicara que no teníamos que hacerlo”, dijo Brouwer. "De modo que lo permitimos, pero seguiremos monitoreando, por supuesto. Lo más importante seguirá siendo que este sea un lugar seguro para que las mujeres puedan jugar al fútbol”.

Pensaron en cómo hacer para lidiar con la esperada atención extra que esto iba a generar y el 11 de mayo emitieron un comunicado de prensa por parte del director de fútbol de la KNVB, Jan Dirk van der Zee: "Basándonos en la información actual y en investigaciones recientes, no vemos razones para seguir con esto [la reglamentación anterior] y hemos optado por la igualdad y la diversidad. Queremos que las chicas y las mujeres encuentren un lugar dentro del mundo del fútbol basado en su calidad y en sus propias ambiciones”.

Mientras que había alrededor de 150 mujeres jugando en la categoría B de fútbol en los Países Bajos (un nivel predominantemente lleno de los equipos de reserva de los equipos de mayores masculinos de los clubes), Fokkema había cambiado el fútbol en su país. La mujer ya no iba a tener que hacer un pedido para poder jugar.

"Cuando se anunció, me di cuenta de su relevancia – antes, pensaba que iba a seguir todo como siempre, y yo iba a continuar jugando al fútbol", dijo Fokkema. "Pero luego me convertí en noticia, fue algo muy extraño. Mi teléfono no paraba de sonar: ¡Lo quería lanzar por la ventana! Pero pasaron los días, pasaron las semanas y las cosas se fueron calmando”.

En las vísperas del partido del sábado, jugó un par de partidos de pretemporadas y tres partidos de copa, pero el encuentro con Sleat fue un momento histórico. Al final, VV Foarut perdió por 4-0, y Fokkema reconoció que necesitará algunos partidos más para llamar a esto un “éxito”. Se sintió extraña ante la presencia de las cámaras de televisión y la atención le resultó un poco desconcertante, pero estaba feliz al ver el impacto que produjo su presencia.

Fuentes le dijeron a ESPN que ya hubo expresiones de interés en la experiencia de la KNVB por parte de Alemania y también hubo interés de parte de equipos en Inglaterra. La KNVB no espera que las mujeres jueguen en el ámbito del fútbol profesional masculino en el futuro cercano, pero alega que "no es algo completamente imposible".

Mientras que Fokkema espera que este momento inspire a otros para que simplemente "sean ellos mismos", ella quiere seguir jugando al fútbol con el club que tanto significa para ella. “Todavía no llego a dimensionar lo importante que es esto", agrega. "Sigo creyendo que sólo estoy jugando con mis amigos. Para mí, casi nada ha cambiado. Pero alrededor mío, puedo ver muchos cambios”.


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