Esta medida es un intento del Gobierno de Biden por frenar la propagación del virus.

Estados Unidos requerirá que las personas extranjeras adultas se vacunen contra el COVID-19 para poder ingresar al país, según indicó una persona familiarizada con el asunto, informa Bloomberg News este lunes.

Las medidas, que serán anunciadas por la administración del presidente Joe Biden este mismo lunes, equivalen a una reforma radical de las estrictas reglas de entrada impuestas a los y las visitantes de Estados Unidos para tratar de frenar la propagación del virus. La persona pidió no ser identificada antes del anuncio oficial.

Las nuevas reglas entrarán en vigencia en noviembre, según el Financial Times, que informó los cambios anteriormente, citando a personas familiarizadas con el asunto.


Estados Unidos también relajará las reglas de entrada para los viajeros vacunados del Reino Unido y la Unión Europea, una medida que estimulará un repunte en los viajes transatlánticos.

Esa medida es una reducción significativa de las restricciones de viaje pandémicas que Biden mantuvo en su lugar a medida que las infecciones se extendieron por todo el país este verano, impulsadas por la variante Delta del virus, incluso cuando los niveles de vacunación en Estados Unidos continuaron aumentando.

IAG SA, matriz del especialista transatlántico British Airways, ganó casi un 12 por ciento después del informe del Financial Times, la mayor cantidad en 10 meses, mientras que Air France-KLM subió hasta un 7 por cient y Deutsche Lufthansa AG avanzó un 7.5 por ciento.

Los operadores de la red europea, en particular, confían en los vuelos estadounidenses para generar ganancias después de perder participación de mercado frente a operadores de descuento y trenes de alta velocidad en rutas de corto recorrido.

Actualmente, Estados Unidos prohíbe la entrada directa a personas que no son ciudadanos o residentes permanentes si han estado dentro del área Schengen de Europa o el Reino Unido en los últimos 14 días, independientemente del estado de vacunación.

La Casa Blanca se negó a comentar de inmediato sobre el informe del Financial Times.


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