El fabricante se ha mantenido como la segunda marca más vendida en México gracias a una estrategia que incluye una base de modelos de entrada de manufactura China que vende a precios competitivos.

México era una buena plataforma de manufactura para producir este tipo de modelos y abastecer a la región de Norteamérica. El costo de la mano de obra representa una cuarta parte que en Estados Unidos y la productividad de las plantas es mayor: 48 horas a la semana, mientras que en Estados Unidos son 40 horas, según datos de Boston Consulting Group.

Pero ahora que tanto General Motors como Ford han eliminado de su oferta de productos a los sedanes y hatchbacks pequeños, para enfocarse en los SUV y pickups, han cambiado la vocación de las plantas que tienen en México.

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General Motors, por ejemplo, dejó de fabricar sus sedanes Aveo y Cruze en México, para abrir espacio a la producción de más SUV. Aunque en Estados Unidos, el fabricante estadounidense ya no participa en los segmentos de sedanes subcompactos y compactos, en otros mercados, como Asia y Latinoamérica, estos segmentos aún son relevantes.

En México, por ejemplo, los hatchbacks y sedanes subcompactos y compactos aún representan la mitad de las ventas. Para no abandonarlo por completo, General Motors ha empezado a echar mano de algunas plataformas de su socio chino SAIC Motor, para poder comercializarlas en México bajo su marca Chevrolet.

El fabricante estadounidense vendió en México 23,685 vehículos en el primer bimestre del año, de los cuales una cuarta (5,835) parte fueron importados desde China. La mayoría son modelos que vende bajo su marca Chevrolet. Por ejemplo, los sedanes Aveo y Cavalier provienen de China, igual que Captiva, según datos de Inegi.

Captiva, un SUV compacto que recientemente fue lanzado en el mercado mexicano, se vende en otros países como MG Hector o Baojun 530. Está montado sobre una plataforma desarrollada por por SAIC Motor y General Motors. Importarlo desde China permite al fabricante estadounidense generar economía de escala y reducir el costo.

Por ejemplo, Captiva llega a México como una de las opciones con el precio más bajo: 424,900 pesos. Otros modelos competidores rondan los 500,000.

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“Buscamos que sea una propuesta que pueda competir en el segmento de los SUV compactos, pero en la parte baja, y en la parte alta está Equinox (de manufactura mexicana)”, dice Jorge Plata, director de mercadotecnia de General Motors.

Además, China se ha convertido en un proveedor estable. Los vehículos que se ensamblan ahí tienen su propia cadena de suministro y gracias a esto la producción no se ha interrumpido. “Ninguno de estos productos (Aveo, Cavalier y Captiva) se ha visto afectado por la escasez de semiconductores”, añade Plata.

Con una base de modelos de entrada de manufactura China, General Motors se ha podido mantener en la segunda posición de venta en el país.

Fuente: expansion.mx