Los aficionados han cargado contra Sergio Busquets por su acción antideportiva que frenó un ataque del Cádiz en los instantes finales del partido.

En un partido gris, el Barcelona solo pudo sacar un empate a 0 en su visita al Cádiz este 23 de septiembre en la jornada 6 de La Liga. Los de Ronald Koeman jugaron una floja primera parte y mejoraron algo en la segunda, pero la polémica expulsión de Frenkie de Jong por doble amarilla en el minuto 65 complicó las cosas y sufrieron en los últimos minutos.

Precisamente en el tramo final se produjo la acción más polémica del partido junto a la roja a De Jong, que tuvo como protagonista a Sergio Busquets. En el tiempo de descuento Salvi Sánchez encaraba por la banda derecha a Ronald Araújo, pero había un segundo balón en el campo, concretamente al borde del área culé.

La acción polémica de Sergio Busquets con la que consiguió frenar un ataque peligroso del Cádiz. (Foto: Movistar).

La acción polémica de Sergio Busquets con la que consiguió frenar un ataque peligroso del Cádiz. (Foto: Movistar).

Cuando Busquets bajaba a defender, se encontró con ese segundo balón y decidió patearlo en dirección a Salvi abortando de este modo el ataque del conjunto gaditano. El árbitro detuvo el juego y mostró tarjeta amarilla al centrocampista del Barça, pero con su acción había logrado su propósito de evitar el centro del rival y una posible acción de peligro.

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Si Busquets no hubiera tocado la pelota, el juego no tendría que haberse detenido, ya que la jugada estaba transcurriendo a varios metros de distancia. Sin embargo, al lanzárselo al jugador que tenía la posesión, el colegiado no tuvo más remedio que detener el partido. La jugada conllevó también la expulsión de Koeman por sus protestas desde el banquillo.

Sergio Busquets durante el partido ante el Cádiz. (Foto: Fran Santiago / Getty Images).

Sergio Busquets durante el partido ante el Cádiz. (Foto: Fran Santiago / Getty Images).

El gesto del catalán no pasó desapercibido en las redes sociales, donde numerosos aficionados criticaron su acción antideportiva para frenar un ataque peligroso del rival. “Es impropio de un jugador profesional”, comentaba un seguidor. “¡Es una vergüenza!”, se lamentaba otro.

Para otros aficionados la acción de Busquets no es más que una señal de impotencia y un reflejo de la situación que vive el Barça, sumido en una importante crisis institucional, económica y de resultados con una guerra abierta entre Koeman y Joan Laporta, una deuda enorme y sin despegar en la presente temporada, donde solo han ganado dos partidos en La Liga y cayeron por 0-3 en su debut en Champions frente al Bayern de Múnich.

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