Despues de 21 dias de audiencias, que incluyeron a 50 testigos y horas de dolorosos testimonios, los miembros del jurado se retiraron este viernes para del

Después de 21 días de audiencias, que incluyeron a 50 testigos y horas de dolorosos testimonios, los miembros del jurado se retiraron este viernes para deliberar si el famoso cantante R. Kelly orquestó una red de crímenes sexuales por cerca de tres décadas.

El caso, retrasado por más de un año por la pandemia, se considera un hito para el movimiento #MeToo por ser el primer juicio importante por abuso sexual en el que la mayoría de quienes acusan son mujeres negras.

La fiscalía tejió minuciosamente los hilos de las presuntas irregularidades en un intrincado patrón de crímenes que el artista habría perpetrado con impunidad, capitalizando su fama para aprovecharse de mujeres jóvenes y adolescentes para su propia satisfacción sexual.

El estado tenía la tarea de demostrar que el cantante de 54 años, y cuyo nombre de pila es Robert Sylvester Kelly, es culpable de crimen organizado, un cargo grave comúnmente asociado con la mafia que presenta a Kelly como el jefe de un grupo de asociados que facilitaron sus abusos.

También está acusado de ocho cargos en virtud de la Ley Mann, que prohíbe el transporte de personas a través de las fronteras estatales por motivos sexuales.

Para condenar a Kelly por extorsión, los miembros del jurado deben declararlo culpable de al menos dos de las 14 infracciones conocidas como "predicate acts", que juntas constituyen delitos más graves.

Los testimonios para probar esos actos incluyeron acusaciones de violación, drogadicción, encarcelamiento y pornografía infantil.

Las historias de los acusadores conservaban un patrón: muchas de las presuntas víctimas dijeron haber conocido al cantante en conciertos o actuaciones en centros comerciales, y que su séquito les entregó papelitos con el contacto de Kelly.

A varios les dijeron que podían impulsar sus aspiraciones en la industria musical.

Pero según los fiscales, en cambio, todos fueron "adoctrinados" en el mundo de Kelly, preparados para el sexo a su antojo y mantenidos a raya mediante "medios coercitivos de control", incluido el aislamiento y medidas disciplinarias crueles.

"No es un genio. Es un criminal. Es un depredador", dijo Nadia Shihata, la asistente del fiscal federal a los jurados.

"Escribir canciones exitosas y actuar para el público en el escenario no te da licencia para cometer delitos".

La defensa de Kelly pintó un retrato drásticamente diferente de la superestrella, argumentando que era un "símbolo sexual" y un "playboy" que estaba siendo atacado por exnovias y fanáticas hambrientas de dinero.

Shihata afirmó al jurado que los testigos (nueve mujeres y dos hombres que detallaron devastadores abusos desde el estrado) "revivieron algunos de los peores períodos de sus vidas".

- ¿Patrón criminal? -

La acusación se centra en seis mujeres: Jerhonda, Stephanie, Faith, Sonja y una mujer que testificó bajo un seudónimo, junto con la estrella de R&B Aaliyah, quien murió en un accidente aéreo en 2001.

A varias víctimas más que alegaban abuso se les permitió testificar como parte del intento de la fiscalía de detallar un patrón criminal, aunque esos testimonios no son parte de los cargos.

Seis de las presuntas víctimas eran menores de edad cuando Kelly inició relaciones sexuales con ellas. Muchas víctimas también dijeron que el cantante filmó rutinariamente los encuentros, que en varios de los casos constituirían pornografía infantil.

Sonja viajó desde Utah al estudio de Kelly en Chicago creyendo que él le daría una entrevista para el programa de radio para el que trabajaba como aprendiz.

En cambio, dijo que los socios de Kelly la atraparon en una habitación sin ventanas durante días, antes de darle comida y bebida que la hicieron quedarse dormida rápidamente.

Se despertó con la ropa interior misteriosamente quitada y vio a Kelly poniéndose los pantalones. Otra mujer dijo que Kelly la obligó a abortar porque la había dejado embarazada cuando era menor de edad.

Cuatro dijeron que contrajeron herpes luego tener contacto sexual con el cantante, quien no reveló que era portador de esa enfermedad venérea.

El núcleo del caso ha sido la relación de Kelly con Aaliyah.

Kelly escribió y produjo su primer álbum, "Age Ain't Nothin 'But A Number", antes de casarse ilegalmente con ella cuando solo tenía 15 años, porque temía haberla dejado embarazada.

Su exrepresentante admitió en la corte haber sobornado a un trabajador para obtener una identificación falsa de la unión, que luego fue anulada.

Los fiscales también mostraron al jurado grabaciones de video que no fueron visibles para el público, pero que contenían imágenes escalofriantes de Kelly amenazando, golpeando y humillando a mujeres y niños.

Kelly, una importante estrella del R&B de la década de 1990 y principios de la de 2000, conocida por éxitos como "I Believe I Can Fly", niega todos los cargos.

El cantante se mantuvo estoico durante buen parte del proceso, aunque durante el maratón de alegatos finales de la fiscalía pareció agitarse y sacudir la cabeza.

Las acusaciones de abuso han seguido durante mucho tiempo al artista, pero las ha evadido durante décadas. Se enfrenta a enjuiciamientos en tres jurisdicciones adicionales, incluido el tribunal federal de Illinois.


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