La injusticia de que Pepe y Ángela Aguilar tengan que defender su mexicanidad

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Si alguna vez hubo un promotor de las tradiciones mexicanas en el mundo del espectáculo, ese sin duda fue Antonio Aguilar, quien junto con su esposa, la inolvidable Flor Silvestre, recorrió el mundo entero con un repertorio de lo más selecto de la música vernácula mexicana.

Lo hicieron primero como pareja y posteriormente con el espectáculo 'Jaripeo sin fronteras', que encabezaban ellos, pero en los que iban acompañados por sus hijos Antonio Jr. y Pepe, así como por las hijas de Flor, Dalia Inés y Marcela Rubiales, quienes también cantaban y participaban del espectáculo ecuestre y musical en el que se hacía gala de la mejor música mexicana así como de bailes regionales, con más de 40 artistas en escena, llegando a escenarios tan lejanos como Japón y Finlandia, siendo muy aclamados por todas partes.

Es por lo mismo que, aún si nació en los Estados Unidos durante una gira de sus padres, Pepe Aguilar tiene muy arraigado el amor por lo mexicano y, desde la muerte de su padre, se ha convertido en el líder de la dinastía, no solo llevando el espectáculo por todas partes, acompañado de su hermano, sus medias hermanas, y más recientemente, sus hijos y sobrinas, sino impulsando las carreras de Leonardo y Ángela, sus hijos menores.

Gracias al éxito que han tenido, y a que —sobre todo Ángela— han destacado en la farándula y ganado una notable popularidad, es que están también expuestos a la opinión pública y tienen detractores y críticos, mismos que se han valido recientemente del hecho de que tanto Pepe como su hija más pequeña son nacidos en el vecino país del norte para acusarlos de no ser mexicanos y por lo mismo no tener el derecho a cantar música mexicana como podrían tenerlo los Fernández, que viven en Jalisco (un argumento ridículo por donde se vea, pero en Internet y en las redes sociales se puede leer absolutamente todo tipo de teorías).

Esto sacó de sus casillas al compositor, intérprete y empresario, que aprovechó un momento de ocio para aparecerse en su plataforma oficial de Instagram después del éxito apoteósico que tuvo la presentación del show en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, para dirigirse a aquellos que se han tomado la molestia de acudir a las redes para señalarlos a él y a su hija de ser "falsos mexicanos" e "hipócritas" por cantar los temas que presentan, siendo que no nacieron aquí.

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Tras anunciar que la siguiente presentación de su gira será en San Antonio, Texas, donde nació en agosto de 1968, aprovechó el haber sacado el tema a colación para hablar, como es su costumbre sin tapujos y con humor, para poner los puntos sobre las íes al respecto: "A toda la gente que dice ‘no pues ese güey ni es mexicano, nació en otro lado’, ¡ya cállense por el amor de Dios! Sí, yo nací en otro lado, pero, uno, yo no elegí dónde nacer, dos, estoy orgullosísimo de ser mexicoamericano, pero soy más zacatecano que las méndigas enchiladas o los tacos”.

Toda vez roto el hielo, Pepe señaló que, efectivamente, sus hijos Emiliano y Aneliz, así como Ángela también nacieron en Estados Unidos (en el caso de ellos, en Los Ángeles) y mencionó que, pese a que Leonardo nació en México en 1999, no sabe hablar bien el español, algo que le dio mucha risa. No obstante, reiteró que siempre ha estado muy orgulloso de contar con las dos nacionalidades y de poder continuar con el legado de su padre, que siempre cuidó el hecho de que ni él ni su hermano perdieran de vista sus raíces mexicanas, fueran a donde fueran.

Siendo el mes de la herencia hispánica en Estados Unidos, la posición de Pepe y sus hijos es clave para la difusión de la tradición musical popular mexicana, y es francamente algo lamentable el que en esta época se sigan esgrimiendo prejuicios y más aún, que sea de este lado de la frontera que se haga esta clase de comentarios, sobre todo porque lo que ha hecho su familia es muy digno de reconocimiento.

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