El paquete se enfrentará muy probablemente a un bloqueo inicial por parte de los senadores republicanos, opuestos al aumento del techo de deuda y al aumento de impuestos para fondear el plan social del presidente. La Camara Baja pospuso la votación para este jueves.

Este lunes arranca una semana crucial para la agenda del presidente Joe Biden, en la que el liderazgo demócrata tendrá que ajustar con delicadeza su paquete de 3.5 billones de dólares (trillions, en inglés) para ganarse a algunos congresistas del partido y trabajar con los republicanos para aprobar rápidamente la legislación para evitar un cierre del gobierno federal por falta de fondos.

La votación sobre el paquete de infraestructura bipartidista por 1 billón de dólares estaba prevista para este lunes pero se ha pospuesto hasta el jueves, en medio de las negociaciones en curso.

"¿Quieres que te sea honesta?", preguntó la representante demócrata por Michigan Debbie Dingel en un programa con CNN este domingo, para responder: "Va a ser una semana del infierno".

El Senado tiene programado un voto de procedimiento para este lunes sobre la financiación del gobierno ya aprobado en Representantes con el propósito de evitar el impago de la deuda federal antes de la fecha límite del jueves para el cierre del año fiscal. El líder de la mayoría en la Cámara Alta, Chuck Schumer, no ha fijado aún la votación.

Tal como está concebido, que incluye un aumento del llamado 'techo' de la deuda, el ambicioso paquete se enfrentará muy probablemente a un bloqueo por parte de los senadores republicanos, lo que en una carrera contra el tiempo obliga a los congresistas a volver a intentarlo esta misma semana.

El problema es que la agenda de Biden pende de un hilo y podría colapsar, si el presidente junto a los principales líderes demócratas no son capaces de sacar adelante un proyecto que recoja las prioridades de impuestos y gastos que se han planteado, el mayor en décadas.

Durante el fin de semana, Biden habló personalmente con los legisladores sobre el camino a seguir, según un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato para hablar de las conversaciones privadas, indicó la agencia AP.

Biden, Pelosi y Schumer están inmersos en las negociaciones sobre la propuesta más amplia del presidente, intentando a los senadores clave y a algunos legisladores de la Cámara de Representantes que hasta ahora han rechazado el monto de 3.5 billones de dólares y las subidas de impuestos a las empresas y a los ricos para pagarlo.

El plan contempla ampliar los actuales programas de salud, educación y atención infantil para los estadounidenses jóvenes y mayores, junto con nuevos esfuerzos federales para frenar el cambio climático. Para aprobarlo se necesitan 60 votos y los demócratas solo cuentan con 50.

"No queremos un impago"

Los republicanos se oponen rotundamente a la propuesta de Biden, que se pagaría aumentando el tipo impositivo de las empresas, del 21% al 26.5% para las que ganen más de 5 millones de dólares al año, y elevando el tipo máximo de las personas físicas del 37% al 39.6% para las que ganen más de 400,000 dólares al año, o 450,000 dólares para las parejas.

Los demócratas son tímidos en cuanto a lo que harán, aunque reconocen que un cierre del gobierno o el impago de la deuda sería políticamente insostenible.

Pero Durbin no descarta acceder a las demandas del partido republicano de sacar de la negociación el aumento del techo de la deuda: "Ya veremos", matizó. "No queremos un impago", agregó al referirse a la posibilidad real de default.

Asesores republicanos citados por CNN que esperan que un proyecto de ley de financiación del gobierno, sin el techo de la deuda, pueda ser aprobado por la Cámara Alta muy rápidamente y antes de la fecha límite para un cierre.

Presiones internas demócratas

Aunque el principal obstáculo está en la votación en el Senado, también los proyectos de Biden han abierto una disputa dentro del Partido Demócrata en la Cámara Baja, entre representantes centristas y las facciones progresistas.

Pelosi envió este domingo por la noche a sus colegas señalando que la votación se pospuso al jueves, y alertando que también es una fecha límite para los programas de transporte relacionados en el proyecto de ley de infraestructura.

El representante Josh Gottheimer, demócrata de Nueva Jersey, que encabezó un grupo de moderados de la Cámara de Representantes para asegurar la votación del proyecto de ley de infraestructura más delgado, dijo el domingo que no se molestaría por un ligero retraso. Se mostró optimista de que ambos proyectos de ley puedan resolverse esta semana.


Los dos demócratas que discrepan del plan son los senadores Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona.

Manchin ha propuesto anteriormente un gasto de entre 1 y 1.5 billones de dólares.

Preguntada el domingo en la cadena ABC si está de acuerdo en que la cifra final del llamado proyecto de ley de reconciliación será "algo menor" que 3.5 billones de dólares, Pelosi respondió: "Eso parece evidente".

"Veremos cómo se reduce la cifra y qué necesitamos", añadió. "Creo que incluso los que quieren una cifra menor, apoyan la visión del presidente, y esto es realmente transformador".

Sus comentarios reflejaron lo mucho que está en juego en la próxima semana, que podría definir la presidencia de Biden y dar forma a los contornos políticos de las elecciones de medio término del próximo año.

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