La artesana Francisca Celsa dos Santos tenía el récord para América Latina

Francisca Celsa dos Santos, la tercera persona más anciana del mundo y la primera de Brasil, murió a los 116 años en su casa de Fortaleza el pasado 5 de octubre, según informó una de sus nietas. Su fallecimiento, recogido este lunes en la prensa nacional brasileña, se produjo 17 días antes de cumplir los 117. La señora Dos Santos, que trabajó como artesana de bordados, falleció a causa de una neumonía tras lograr esquivar en los últimos tiempos la pandemia de la covid y hace un siglo, cuando era adolescente, la gripe española.

Dos Santos, nacida el 22 de octubre de 1904, era reconocida como una supercentenaria por el Gerontology Research Group (Gupo de Investigación de Gerontología, GRG), un grupo de 500 personas repartido por todo el planeta que rastrea la prensa y que realiza una clasificación mundial de las personas más longevas. La encabeza una japonesa de casi 119 años, seguida por una francesa de 117 y en tercer lugar ha entrado ahora otra brasileña también de 116 años.

La víspera de fallecer, la artesana fue reconocida por el Libro Guinness de los récords como la más longeva de América Latina, según su nieta Fernanda Celsa. Fue enterrada en un cementerio municipal.

“De este año no paso” solía repetir a partir los 80, ha contado su familia, que redobló los cuidados de la anciana con motivo del coronavirus, que ha causado estragos en Brasil y la muerte de 600.000 personas. Disfrutó de buena salud prácticamente toda su vida. Estuvo lúcida hasta hace un lustro y podía caminar hasta hace casi una década.

Festejó su último cumpleaños, los 116, en octubre pasado con una tarta que una de sus nietas le llevó a la cama. Pudo cumplir su deseo de permanecer hasta el final en su casa porque detestaba los hospitales.

“La protegimos mucho (del coronavirus), pero estaban construyendo un supermercado frente a su casa y, con todo ese polvo, agarró una neumonía. Mejoraba y empeoraba, pero lamentablemente ayer se nos fue”, declaró a Diario do Nordeste la nieta que ejercía de portavoz familiar.

La señora Dos Santos nació en Cascavel, en las afueras de Fortaleza, una capital regional del empobrecido nordeste de Brasil. A los 47 años se presentó en un notario para registrarse, según Folha de S. Paulo.

La enfermedad más grave que padeció fue un cáncer de estómago cumplidos los 80 años. Su familia cuenta que fue tratada en casa con remedios naturales. Uno de sus nietos, médico, era el encargado de supervisar su salud en los últimos tiempos. Madre de seis hijos, de los que sobreviven tres, estaba viuda desde hace más de cuatro décadas.

Antonia da Cruz, nacida en 13 de junio de 1905 y que vive en el Estado de Bahía, es ahora la brasileña más longeva y la tercera del mundo.

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Fuente: elpais.com