El marido fue donde estaba la pareja y golpeó brutalmente a su esposa, en un estacionamiento de un hotel en Pensilvania, Estados Unidos.

Un hombre fue testigo de una brutal agresión de un sujeto contra una mujer en Pensilvania, Estados Unidos, y llamó a la policía. La denuncia del testigo sacó a la luz un retorcido caso de infidelidad y una brutal venganza.

La policía detuvo rápidamente William Atkinson, de 34 años, autor del horrendo ataque quien narró lo sucedido.

Según la versión que entregó Atkinson a la policía en su declaración jurada, recibió una llamada por FaceTime de su esposa, de 32 años, mientras ella mantenía relaciones sexuales con otro sujeto en un auto.

Atkinson asegura que tanto su pareja como el amante lo "incitaban" a ir, mientras le mostraban el acto sexual por la videollamada.

El esposo, entonces, llamó a un amigo y se dirigió al estacionamiento del hotel Best Western, donde encontró a la pareja.

La golpiza

Atkinson primero atacó al sujeto, quien huyó tras recibir algunos golpes del esposo, y luego se dirigió donde la mujer, a quien golpeó brutalmente.

En este punto, la historia se torna confusa, pues el marido reconoce que golpeó a la mujer pero "con la mano abierta" y sin mucha intensidad, algo que es desmentido por un testigo, quien vio a Atkinson propinar patadas en el rostro a su pareja.

La joven de 32 años terminó con graves heridas en la cara, nariz y boca. la policía, sin embargo, no pudo tomar declaración a la víctima porque se encontraba "extremadamente intoxicada" y "no cooperaba".

Atkinson fue acusado de agresión con agravantes, un delito considerado como grave por las leyes estadounidenses.


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