El mandato de la vacuna COVID se aplicaría a los estudiantes de 12 años o más después de que sean elegibles para una vacuna totalmente aprobada.

California se convirtió el viernes en el primer estado en anunciar un requisito de vacunación contra COVID-19 para todos los estudiantes inscritos en escuelas públicas y privadas, una medida que afecta a millones de alumnos y, una vez más, coloca a la entidad a la vanguardia de las estrictas medidas de seguridad pandémicas.

El mandato entraría en vigor para los grados del séptimo al duodécimo, comenzando con el período escolar posterior a la aprobación total de la vacuna por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para niños de 12 años o más, anunció el gobernador Gavin Newsom. Los estudiantes de jardín de niños a sexto grado serían parte de esto de manera gradual, después de que el antígeno haya sido aprobado para su grupo de edad.

Los alumnos de 12 años o más podrían verse afectados a partir de enero de 2022, si hay una aprobación federal para una vacuna contra COVID-19 para ese rango de edad antes de fines de este año, señaló el gobernador en declaraciones en la Escuela Secundaria James Denman en San Francisco.

“Todavía hay una lucha para llegar a donde deberíamos estar”, indicó Newsom sobre el esfuerzo para contener la pandemia. “Y eso significa que necesitamos hacer más y debemos hacerlo mejor”.

Las personas de entre 12 y 15 años son elegibles para recibir el antígeno de Pfizer-BioNTech bajo su autorización de emergencia. La vacuna ha sido totalmente aprobada por la FDA para personas mayores de 16 años.

A diferencia de otros antígenos requeridos para los estudiantes, el plan permitiría a los padres citar sus creencias personales al negarse a inocular a sus hijos contra el COVID-19. Según la ley estatal que se ha aplicado a circunstancias similares en el pasado, la exención por creencias personales debería otorgarse porque el nuevo requisito de vacunación se impone a través de un proceso regulatorio, en lugar de hacerlo por medio de la Legislatura. Más adelante, los legisladores y el gobernador podrían aprobar una ley para eliminar la exención por creencias personales para el antígeno contra COVID-19.

El senador estatal Scott Wiener (demócrata por San Francisco), quien asistió al anuncio, apoya la eliminación de la exención del mandato, informó un portavoz.

El gobernador se negó a decir el viernes si aplicaría tal medida.

En 2015, el gobernador Jerry Brown firmó una estricta ley de vacunas que eliminó las dispensas por creencias personales o religiosas para los antígenos más antiguos, permitiendo solo exenciones médicas. La ley se elaboró a raíz de la disminución de las tasas de inoculación infantil y un brote de sarampión en Disneyland que se extendió a otros siete estados, Canadá y México.

Si los padres no presentan una dispensa por una exención médica o por creencias personales para la vacuna contra COVID-19, no se les permitirá inscribir a los estudiantes en clases presenciales en el campus. Los alumnos no inoculados tendrán la opción de matricularse en una escuela completamente en línea, asistir a programas de estudio independiente ofrecidos por los distritos o recibir educación en su domicilio.

Dependerá de las escuelas y distritos hacer cumplir el mandato, como lo hacen con otras vacunas requeridas.

La oficina del gobernador indicó que esperaría para comenzar con el requisito, incluso para los mayores de 16 años, hasta que pueda aplicarse a todos los estudiantes de 12 años en adelante. Sin embargo, Newsom dejó en claro que quiere darles a las escuelas el tiempo suficiente para trabajar en sus procesos de cumplimiento y verificación. Agregó que también desea que las familias tengan suficiente tiempo para aplicarse las inyecciones.

La fecha de inicio del mandato para cualquier rango de edad en particular podría ser el 1 de enero de 2022; 1 de julio de 2022; o el 1 de enero de 2023, pero solo después de que la vacuna haya obtenido la aprobación total de la FDA.

Los antígenos para niños de 5 a 11 años aún no están disponibles, aunque se espera que Pfizer solicite una autorización de uso de emergencia, citando evidencia de ensayos que indican que las vacunas son seguras y efectivas para ese grupo de edad. Los antígenos para esos niños podrían estar disponibles alrededor del Día de Acción de Gracias, según Associated Press, pero la aprobación total probablemente tardaría meses en llegar. Es posible que un requisito de inoculación no se aplique a los pequeños que asisten a la escuela primaria antes de enero de 2023.

Con el mandato de Newsom, California una vez más se está moviendo más rápido que cualquier otro estado en las medidas para combatir una pandemia que ha matado a unos 69.000 residentes. Esta entidad fue la primera en ordenar un confinamiento estricto al comienzo de la pandemia y promulgó una segunda orden de quedarse en casa en la mayor parte del estado a fines del año pasado. Las escuelas permanecieron cerradas más tiempo que en muchas otras entidades y más que una gran cantidad de sectores comerciales, lo que provocó que algunos criticaran al gobernador por no hacer de la reapertura de los campus una prioridad más alta.

California fue el segundo estado, después de Hawái, en imponer reglas estrictas para el personal escolar, que debe vacunarse o someterse a pruebas semanales de coronavirus. Otros trabajadores estatales deben cumplir con regulaciones similares.

Una vez que el mandato de Newsom entre en vigor para los estudiantes, también se aplicará a los empleados de las escuelas. Un grupo de defensa comentó que el requisito para los adultos debería entrar en vigor de inmediato.

“El gobernador perdió la oportunidad de anunciar un mandato claro y decisivo de que todos los adultos en las escuelas públicas deben inocularse ahora, sin lograr enviar un mensaje a todo California de que la vacunación entre los adultos es la mejor manera de mantener seguros a nuestros niños”, enfatizó Megan Bacigalupi, director de OpenSchoolsCA, grupo que abogó por una reapertura más rápida de los campus durante el último año escolar.

El estado se activó temprano con otras medidas de seguridad para el COVID, como exigir el uso de cubrebocas en interiores en todos los campus K-12, una estrategia posteriormente respaldada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Por el contrario, los gobernadores de Florida y Texas prohibieron los mandatos de uso de cubrebocas. Y mientras Newsom enfrenta un desafío legal por exigir el uso de mascarillas sanitarias en las escuelas, los roles se invierten en otros estados, incluido Texas, donde la prohibición del gobernador Greg Abbott sobre el requisito de cubrebocas se enfrenta a un desafío legal de los padres, con el apoyo del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Es probable que surjan desafíos legales sobre el mandato de vacunación de California.

En toda la entidad, al menos cinco distritos escolares, incluidos los dos más grandes, Los Ángeles y San Diego, han aprobado mandatos de vacunación para estudiantes. Estos distritos ya han recibido cartas de cese y desistimiento, un precursor de una demanda.

Algunos padres en Los Ángeles han afirmado varias razones para oponerse al mandato. Varias de esas razones son de hecho erróneas, según los expertos, como las afirmaciones de que el antígeno está matando a más personas que el virus y que la vacuna representa un riesgo mayor para los niños que el COVID-19.

Algunos padres y defensores argumentan que las vacunas son demasiado nuevas para que se sientan cómodos con que los niños las reciban.

“Incluso una vez que este antígeno reciba la aprobación de la FDA, no habrá pasado por estudios a largo plazo”, puntualizó Sharon McKeeman, fundadora de Let Them Breathe, un grupo que ha presentado una demanda para revocar los mandatos de uso de cubrebocas dirigidos a los estudiantes y que se está organizando contra estos requerimientos de inoculación. “Las familias deben poder tomar estas decisiones médicas personales por sí mismas, y no hay razón para exigir una vacuna a los niños que tienen un riesgo bajo de sufrir complicaciones graves por el virus”.

Pero muchos padres, grupos y médicos aplaudieron la noticia del mandato.

“Estoy muy contenta con esta decisión”, enfatizó Tanya Schwarz, quien tiene una hija de 7 años en Cubberley Elementary en Long Beach. “He estado extremadamente nerviosa por enviar a nuestra hija de regreso a la escuela este año, especialmente dada la ola por la variante Delta y la aversión de algunos padres a ponerle cubrebocas a sus hijos. Me tomo este virus muy en serio, por lo que creo que la seguridad escolar debe ser una prioridad y requiere este tipo de enfoque holístico: vacunas, cubrebocas, cuarentenas, rastreo de contactos”.

Los dos sindicatos de docentes estatales expresaron su apoyo al mandato, al igual que la asociación que representa a las juntas escolares estatales.

Entre todos los grupos de edad, se han administrado 226 millones de dosis del antígeno de Pfizer-BioNTech en Estados Unidos desde diciembre, una aplicación masiva que no tiene paralelo en la historia de EE.UU. En ese período, el 54% de los adolescentes estadounidenses de 12 a 15 años han recibido al menos una dosis, al igual que el 62% de los jóvenes de 16 y 17 años. Si hubiera un problema de seguridad con la vacuna para los adolescentes, probablemente ya habría surgido, sostienen muchos expertos.

Hubo preocupaciones iniciales sobre la miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) como un efecto secundario del antígeno de Pfizer, principalmente entre los hombres jóvenes. Pero un estudio adicional reveló que, de los 8.9 millones de adolescentes que habían recibido la vacuna de Pfizer hasta mediados de julio, hubo menos de 400 informes de miocarditis, con síntomas generalmente leves y sin informes de decesos relacionados.

Los eventos pediátricos adversos más comunes reportados fueron mareos, dolor de cabeza y desmayos, algunos de los cuales probablemente estén vinculados con la ansiedad que sienten en relación a las agujas, según un informe publicado por los CDC. Los desmayos son comunes entre los adolescentes después de cualquier vacuna, señaló la agencia.

Según los CDC, ha habido 287 fallecimientos por COVID-19 en todo el país entre jóvenes de 12 a 17 años. En California, ha habido 26 decesos por coronavirus entre niños de 5 a 17 años, según el Departamento de Salud Pública.

No inocular a los adolescentes prolongará la pandemia, subrayan muchos expertos. Los jóvenes “pueden ser fuentes de transmisión en sus propios hogares”, poniendo en riesgo a sus familiares, incluso a los vacunados, que podrían contraer un contagio de irrupción, señaló un epidemiólogo de UCLA, el Dr. Robert Kim-Farley.

En el condado de Los Ángeles, los adolescentes no inoculados de 12 a 17 años tuvieron la tasa más alta de casos de coronavirus en el último mes: 19% peor que los adultos no vacunados hasta los 50 años y 33% peor que los adultos mayores no inoculados.

“Las altas tasas de vacunación son esenciales para controlar las enfermedades infecciosas”, indicó la Dra. Mónica Gandhi, experta en enfermedades infecciosas de UC San Francisco.

Aunque la mayoría de los padres parece haber aceptado el mandato de inoculación del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles para estudiantes de 12 años o más, miles no lo han hecho, según las tasas de vacunación recientes.

La superintendente interina del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Megan K. Reilly, calculó que, de unos 225.000 alumnos de sexto a duodécimo grado, aproximadamente 80.000 no habían sido inoculados hasta el 9 de septiembre; el distrito no ha actualizado recientemente esas cifras. Se supone que los alumnos elegibles de Los Ángeles que quieran participar en actividades extracurriculares recibirán su primera dosis antes del 3 de octubre, pero no se les prohibirá estas actividades a menos que no hayan obtenido una segunda dosis antes del 31 de octubre.

Los estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles deben estar completamente vacunados antes del 10 de enero o no podrán comenzar el segundo semestre tomando clases presenciales.

Algunos padres han amenazado con sacar a sus hijos de las escuelas de Los Ángeles, pero la orden del gobernador podría limitar, a largo plazo, sus opciones en cuanto a dónde más pueden ir.

La redactora del Times, Melissa Gómez, contribuyó a este artículo.

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Fuente: latimes.com