“Yo iba caminando por una de las calles de Matanzas y en un momento un señor que en ese entonces me pareció que era una persona que no estaba bien de la cabeza se me para enfrente, me pone una mano adelante y me dice que si quería conocer a Maradona y yo le dije que no, que me dejara tranquila, y seguí caminando. Así pues durante una cuadra estuvo detrás de mi hablándome de Maradona hasta que, vaya... yo sabía que él había estado en Cuba, que estaba en Varadero, porque había escuchado eso y nada, quise escucharlo”, comenzó relatando.


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