Un año de ejercicio físico ayuda a mantener joven el corazón

A medida que vamos envejeciendo, nuestro organismo también lo hace. Órganos y músculos notan el impacto de los años, especialmente si hemos llevado una vida sedentaria. Esto se nota también en el corazón. Un corazón sano suele ser grande y con un miocardio elástico. Si no hacemos ejercicio físico, el miocardio, el músculo del corazón, se pone rígido, y esto puede desembocar en problemas cardíacos.

De hecho, un corazón rígido está en el origen de la mayoría de los casos de insuficiencias cardíacas en la edad adulta, y es uno de los motivos más habituales de ingreso hospitalario y de pérdida de capacidad funcional en nuestro entorno.

Queda clara, entonces, la importancia de realizar ejercicio físico para mantener el miocardio elástico y nuestro corazón saludable. Por si no quedaba claro, ahora una investigación ha demostrado el impacto positivo del deporte en la salud y rejuvenecimiento de nuestro corazón.

Según este estudio, un año de entrenamiento físico ayuda a preservar o aumentar la elasticidad juvenil del músculo cardíaco, especialmente entre las personas que muestran signos tempranos de insuficiencia cardíaca.

El estudio, realizado por investigadores de Texas (Estados Unidos) y publicado en la revista Circulation de la American Heart Association, refuerza la idea de que el ejercicio es medicina, lo que supone también un nuevo enfoque en la salud cardíaca.

La investigación se ha centrado en personas que sufren una enfermedad llamada insuficiencia cardíaca con fracción de eyección conservada, que afecta aproximadamente a la mitad de los 6 millones de personas en Estados Unidos. Estas personas presentan una mayor rigidez del músculo cardíaco y altas presiones dentro del corazón cuando hacen ejercicio. Cuando se produce, esta afección es en gran parte intratable y puede causar fatiga, exceso de líquido en los pulmones y piernas, y dificultad para respirar.

Según el autor principal del estudio, esta enfermedad está considerada por muchos expertos como una de las enfermedades prácticamente intratables más importantes en la medicina cardiovascular. Por esta razón es tan importante prevenir este deterioro y evitar llegar a esta situación.

Estudios previos han demostrado que entrenar con ejercicio prolongado podría mejorar la elasticidad del corazón en personas más jóvenes, pero no tenía ningún impacto a partir de los 65 años. Los autores del estudio reciente se preguntaron si el ejercicio podría mejorar la rigidez cardíaca en hombres y mujeres saludables y sedentarios de entre 45 y 64 años, es decir, entre personas de mediana edad.

Para ello, escogieron 31 personas que mostraron cierto engrosamiento del músculo cardíaco y un aumento de los biomarcadores sanguíneos asociados con la insuficiencia cardíaca, aunque no presentaban síntomas como dificultad para respirar. De estos, once se asignaron a un grupo de control y se les prescribió un programa de yoga, equilibrio y entrenamiento de fuerza tres veces por semana.

El resto se sometió a un régimen de ejercicio que incluía caminar, ir en bicicleta o nadar, y que realizaron durante al menos 30 minutos al menos dos veces por semana, más dos o tres sesiones de entrenamiento de intensidad moderada y una a dos sesiones de entrenamiento de fuerza cada semana. Todos tenían un entrenador personal o fisiólogo del ejercicio para monitorear su entrenamiento.

Después de un año, las personas que habían hecho este tipo de ejercicio mostraron una mejora fisiológica y estadísticamente significativa en las medidas de rigidez cardíaca y aptitud cardiorrespiratoria.

La conclusión de los investigadores es que realizar ejercicio físico en la mediana edad es ideal para prevenir la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada, antes de que el corazón se ponga demasiado rígido.

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