Academia de Medicina de Venezuela muestra preocupación por uso de la vacuna cubana Abdala

La Academia Nacional de Medicina de Venezuela mostró su preocupación por el uso en el país de la vacuna cubana contra el coronavirus Abdala, y señaló que es un fármaco del cual no hay información científica sobre su seguridad y eficacia.

En un comunicado emitido el lunes, la institución científica asesora del Estado venezolano cuestionó que un producto que no tiene la aprobación de la OMS ni de ninguna agencia regulatoria internacional sea aplicada a los venezolanos.

Hasta el momento, la mayoría de las vacunas empleadas en la nación sudamericana han sido la rusa Sputnik V, y la Sinopharm fabricada en China, además de la Sinovac, que arribó a través del Fondo COVAX.

"Las características de la vacuna Sputnik V han sido publicadas en revistas científicas y su calidad ha sido verificada en pruebas clínicas independientes (...) La vacuna de Sinopharm ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", dijo la Academia.

Pero Abdala es "un producto del cual no se tiene información científica sobre su seguridad y eficacia, no se conocen publicaciones científicas", dijo la entidad, a la que le preocupan "las consecuencias" que podría acarrear en la población la administración de esa vacuna.

El fin de semana llegó a Caracas un lote de la sustancia cubana, cuya cantidad no fue revelada por las autoridades de ninguno de los dos países.

Ese cargamento se suma a uno anterior de 30,000 dosis que arribó en junio pasado, cuando todavía el Centro cubano para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) no había autorizado el uso de emergencia de la vacuna Abdala, que no se aprobó hasta el 9 de julio.

Entonces como ahora, la Academia Nacional de Medicina venezolana declaró que las vacunas cubanas eran de "dudosa credibilidad científica", que estaban en fase de "desarrollo experimental" y que no contaban con el aval de organismos internacionales serios.

"La Academia Nacional de Medicina expresa su preocupación ante la introducción en la población venezolana de productos de dudosa credibilidad científica", expresó la entidad en su cuenta de Twitter, en un texto que definió como la "posición oficial" de los médicos del país.

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