Hace casi 16 años, Angela Merkel se convirtió en la primera mujer canciller de Alemania. Al cabo de cuatro elecciones generales consecutivas este domingo se marcará el fin de su era con la elección en comicios parlamentarios de su sucesor.

Este domingo Alemania celebrará sus elecciones legislativas para escoger al nuevo gobierno. Los comicios marcan el fin de 16 años de liderazgo de Angela Merkel, una era caracterizada por la estabilidad que le imprimió la primera y única canciller mujer que ha tenido esa nación.

El 22 de noviembre de 2005, Merkel se convirtió en la primera jefa de gobierno de Alemania. Desde entonces ganó cuatro elecciones generales consecutivas. Con altos y bajos, ha sido criticada por muchos, pero aceptada con tranquilidad por otros.

La canciller alemana ha impreso su sello al país y lo ha colocado a la cabeza de Europa.

Un viaje desde el Este

Angela Dorothea Kasner nació en Hamburgo, en la República Federal de Alemania, el 17 de julio de 1954. Pero siendo apenas una bebé su padre, un pastor luterano, decidió mudarse a la entontes República Democrática Alemana (RDA), la Alemania Oriental, bajo cuyo régimen comunista vivió hasta los 35 años.

En la ciudad de Leipzig la futura política estudió física (su doctorado lo logró en 1986 con una tesis sobre física cuántica).

Merkel tomó el apellido de su primer esposo Ulrich, a quien conoció en la universidad y con quien estuvo casada entre 1977 y 1982.

Tras la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989, Merkel se afilió al movimiento Despertar Demócratico, que luego se asoció con la Unión Democrática Cristiana (CDU) y la Unión Social Alemana para formar la conservadora Alianza por Alemania.

Con las primeras elecciones libres en la Alemania Oriental, en marzo de 1990, el líder del CDU, Lothar de Maiziere, se convirtió en jefe del gobierno y Merkel, quien era la portavoz del pequeño movimiento Despertar Demócratico, se hizo su portavoz.

En agosto de 1990 Merkel se afilió al CDU, organización que luego se fundió con su equivalente de la República Federal Alemana un día antes de la reunifición del país, ocurrida el 1 de octubre de 1990.

En las primeras elecciones tras la reunificación, en diciembre de 1990, Merkel ganó un escaño por Stralsund-Rügen-Grimmen en la Cámara Baja del Parlamento alemán, el llamado Bundestag.

En enero de 1991, el canciller Helmut Kohl la nombró ministra de mujer y juventud. En el cargo, la joven política empezó a ser conocida como "la chica de Kohl". Eventualmente, tras lograr la jefatura del partido en 2000 y el cargo de canciller en 2005, Merkel empezó a ser la mujer más poderosa del país, y eventualmente "la más poderosa del mundo".

Frente a la reciente escalada populista mundial, con Donald Trump a la cabeza, algunos llegaron a calificarla como la líder del mundo libre.

"La fuerza está en la calma"

Ese es su lema. La canciller alemana tiene un estilo sobrio, predecible, controlado.

Algunos incluso dicen que es aburrido y falta de carisma, pero en política muchos alemanes ven esto como un mérito y una garantía de estabilidad.


Esa calma no se vio quebrada cuando en 2019 comenzó a experimentar unos extraños temblores en público, que se repitieron en otras dos ocasiones, despertando temores por su salud.

Algunos le achacan a Merkel ser pasiva o carecer de visión o iniciativas arriesgadas para poner en marcha en la Unión Europea, aunque ha habido momentos en los que ha sorprendido con decisiones que trascendieron su propia personalidad conservadora.

El 29 de octubre de 2018, la canciller anunció su retirada de la política. Es la primera canciller saliente desde 1949 que no se presenta a la reelección.

Pese al largo tiempo en el cargo, Merkel se marcha con índices de aceptación favorables, no solo en Alemania, sino en el mundo en general, de acuerdo con varias encuestas.

Estos son algunos momentos clave de su gobierno:

A la espera de las elecciones

No está claro quién se impondrá en las elecciones que marcan el fin de la era Merkel.

Las dos formaciones políticas tradicionales, la CDU y la SPD, la socialdemocracia, están muy cerca en los sondeos, con una ligera ventaja para los socialdemócratas, cuyo líder, Olaf Scholz, ha capitalizado mejor las preocupaciones de los alemanes, frente al líder de la CDU, Armin Laschet.

Paradójicamente, Scholz, un opositor, ha buscado réditos políticos intentando mostrarse como el heredero del legado de Merkel, a quien algunos han catalogado como una socialdemócrata encubierta.

En tercer lugar aparecen los Verdes, cuyos números han descendido después de que en las últimas elecciones parecían destinados a convertirse en la primera fuerza política.

¿Y ahora qué?

Se especula sobre varias posibilidades, además de la tradicional coalición SDP-CDU, que esta vez parece más improbable por desgaste y por números, incluyendo la posibilidad de que por primera vez se produzca una coalición de más de dos partidos para gobernar el país.

Merkel no ha revelado qué hará a partir de ahora, aunque ha habido especulaciones que la sitúan al frente del Consejo Europeo y otras en el sector privado.

En Alemania a Merkel se le conoce como 'Mutti', que significa madre. Durante su liderazgo, han pasado tres presidentes en EEUU, cuatro en Francia y cinco primeros ministros en Reino Unido, todos hombres (salvo Theresa May, quien encabezó el gobierno británico entre 2016 y 2019).

Con seguridad su ausencia será notable en las primeros años. La suya es una presencia constante en la política internacional de la útima década y media.

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