Los Intocables de Eliot Ness no son los únicos que existen en la historia. Messi y Cristiano Ronaldo han demostrado tener el mismo 'poder',...
Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Reuters

Los Intocables de Eliot Ness no son los únicos que existen en la historia. Messi y Cristiano Ronaldo han demostrado tener el mismo 'poder', pero futbolístico, que aquellos once agentes que durante años tuvieron en jaque a la mafia en los Estados Unidos.

El cambio que ordenó Mauricio Pochettino en el Parque de los Príncipes de Hakimi Achraf por Messi a los 76 minutos levantó tal polvareda en el ámbito futbolístico que el partido en sí, el triunfo del PSG ante el Olympique de Lyon y sus seis triunfos consecutivos en Le Championnat, pasara a un segundo plano absoluto.

Queda el resabio de que el gol de Icardi haya mimetizado el ambiente alrededor de la decisión del técnico de Murphy, pero sólo la mirada impuesta por el rosarino en el momento en que abandonaba la cancha es suficiente para verificar que la situación le puede no haber gustado al 30.

Esa acción no hace más que demostrar los mismo que le sucedió a Solksjaer en el partido de la Champions League en la que el Manchester United perdió en el debut ante el Young Boys suizo. Aquella noche, el técnico danés quitó a Cristiano Ronaldo a los 72 minutos también con el resultado con empate a uno, como en París, pero el destino hizo que el equipo local hiciera el gol del triunfo a los 95'.

La pregunta que nunca tendrá respuesta es que hubiera sucedido si en la capital gala el gol marcado por Icardi a los 92 minutos lo hubiera hecho el Olympique y los tres puntos hubieran volado hasta el Gerland de Lyon. Una hipótesis que no tendrá respuesta, pero que sí verifica la dimensión que se puede montar con la decisión de los que realmente mandan (los técnicos) en el campo sobre sus dirigidos.

La calidad de ambas estrellas y el enorme sentido de competitividad que tienen en su cuerpo condicionan en demasía las decisiones que puedan ejercer los técnicos sobre la marcha de los partidos. Ellos mismos, el hincha, el espectador, el televidente y hasta los propios técnicos saben que el enorme poderío conceptual que tienen Messi y Cristiano sobre el juego hace que en cualquier segundo decidan un partido con alguna genialidad sacada de sus piernas.

Ellos dos saben lo distinto que son en calidad con el resto de los jugadores que su sóla presencia pone en jaque a todas las defensas, pero a favor de sus entrenadores podemos lanzar que sus decisiones, aunque sea cambiarlos, siempre es por el bien de sus equipos. Salga bien (gracias a Icardi) o salga mal (por el gol del yanqui Jordan Siebatcheu, del Young Boys).


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