En estados como Veracruz son los migrantes que más proliferan en algunos municipios.

Con mochilas en hombros, caminando a orillas de carreteras federales, autopista y caminos rurales del sur de Veracruz, esperando en terminales de autobuses de segunda clase y ocasionalmente de primera, pues lo mejor para ellos son los servicios que no exijan identificación, se observa desde hace varias semanas, a cientos de migrantes, principalmente de origen haitianos, buscando llegar a la frontera norte de México.

Cruzar Veracruz les resulta de alto riesgo y un gasto excesivo, pues con frecuencia son víctimas de fraudes y abusos de los transportistas; en otros exponen su vida al utilizar como medio de transporte motocicletas, en las que se montan tres o más personas.

Las Choapas, Coatzacoalcos, Acayucan y Sayula de Alemán, son los municipios de la zona sur donde más migrantes se observan durmiendo donde pueden o se les permite, esperando abordar algún medio de transporte para llegar a Monterrey, Nuevo León principalmente; los centroamericanos siguen prefiriendo montarse en el tren, pero los haitianos y cubanos optan por autobuses o en camiones de carga.

Son migrantes que llegaron a territorio veracruzano desde Tapachula, Chiapas y que a mitad de Veracruz, en municipios como Córdoba, Cuitláhuac, Veracruz, Cotaxtla o La Antigua, son detenidos y trasladado de regreso a la estación migratoria de Acayucan, donde la mayoría de ellos son dejados nuevamente libres.

En su desesperación por llegar a la frontera norte, abordan autobuses de líneas que abusan de ellos, al cobrarle el doble o triple de lo que regularmente paga por el boleto un mexicano.


Los autobuses que mayormente abordan son los de las líneas ADO, SUR, Sotavento, AU, Transporte Travel, entre otros.

Hace una semana en Las Choapas, un par de haitianos resultaron lesionados cuando eran transportados a bordo de una motocicleta por un joven de 18 años quien murió, al ser impactados por una camioneta.

Candelario Rodríguez González, de 18 años, iba en su motoneta transportando a los haitianos entre los poblados de El Jobo y El Bejuco; pretendían llegar al municipio de Acayucan evadiendo los retenes migratorios, sin embargo, querer ganarse mil pesos le costó la vida.

El padre del joven confirmó que el mismo se había autoempleado moviendo migrantes entre los caminos de la zona rural de Las Choapas.


Los pasajeros, fueron llevados lesionados a un hospital.

El martes pasado en Acayucan, siete migrantes reclamaron por el presunto fraude que la empresa de Transporte Travel les hacía, pues les cobraron 2 mil pesos por llevarlos a Monterrey, cuando a los mexicanos les cobran 800 pesos; después de 30 horas esperando el autobús les querían devolver solo mil pesos.

La semana pasada también un grupo de migrantes bloqueó por momentos la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, cuando en el retén migratorio en límites con Tabasco, fueron bajados del autobús en que viajaban para llevarlos a la estación migratoria.

Tras cerrar el paso vehícular y reclamar que habían pagado 100 pesos por boleto, lograron que les dejaran continuar su viaje, pero a pie. En el grupo iban familias completas y mujeres embarazadas.

Pasando el retén lograron tomar otro autobús con destino a Coatzacoalcos.

Hay casos en que los conductores los bajan antes del retén migratorio, los haitianos pasan caminando y abordan de nuevo la unidad una vez que cruzaron dicho retén.

En Poza Rica, al norte del estado, también se han observado a cientos de migrantes en la central de autobuses. Los mismos evitan pasar por Tamaulipas, aunque no siempre logran evitarlo para poder llegar a Monterrey, Nuevo León.

Migrantes, problema de seguridad nacional

El pasado viernes, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, advirtió que el paso de los haitianos por esa entidad representan un problema de seguridad nacional, por lo que pidió a la federación hacerse responsable.

En su visita a la zona sur de Tamaulipas, dijo que es algo que debe de regular el Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional, por ende, hizo un enérgico llamado a que lo resuelvan de forma inmediata.

Esto, después de que el pasado 15 de septiembre un grupo de 70 haitianos bloqueó la carretera Tampico-Mante con llantas, piedras y troncos en protesta por haber sido detenidos por parte del personal del Instituto Nacional de Migración cuando circulaban con dirección hacia Ciudad Acuña, Coahuila.

El autobús en el que viajaban de la línea Frontera fue interceptado a la altura de la colonia Fidel Velázquez, muy cerca de las instalaciones del CRIT Teletón.

La detención obedeció a la falta de documentos por parte de algunos centroamericanos. Del autobús descendieron niños y una mujer embarazada.

Aristis, uno de los afectados, informó que llegaron procedentes de Veracruz, trayecto por el que pagaron más de 2 mil 100 pesos con destino hacia la parte norte del país.

La situación se volvió un poco tensa ya que en varias ocasiones se buscó llegar a un acuerdo, les dijeron que les permitirían continuar con su trayecto y escoltarlos en la carretera pero se generó una discusión entre los haitianos, algunos argumentaron que las autoridades intentaban engañarlos para volver a detenerlos más adelante.

Mientras tanto, activistas llegaron con alimentos pero se negaron a recibirlos, ellos solo quería seguir su ruta, manifestaron.

El bloqueo comenzó aproximadamente a las 20:00 horas y pocos después de las 22:00 horas se levantó. Todos subieron al autobús para seguir su viaje, aunque algunos se quedaron en Altamira donde ahora se les ve en los cruceros pidiendo monedas.

El gobernador mencionó, respecto al movimiento que han tenido y los bloqueos, que “ya basta de que cualquiera pretenda detener el desarrollo con obstrucciones en las carreteras” e insistió en que cada quien debe de asumir su responsabilidad.

No ha parado la llegada de haitianos a Baja California 

Y mientras más de 10 mil migrantes latinoamericanos, principalmente haitianos esperan recibir asilo o refugio en Estados Unidos en la región de Río Grande, después de cruzar el Río Bravo desde Ciudad Acuña, Coahuila, En Baja California, el arribo de los ciudadanos de Haití no ha parado, continúa desde la llegada de los primeros en 2016, sostuvo Hugo Castro, representante de SOS Migrante.

Un ejemplo, dijo, es que llegan de esa nación al campamento migrante en El Chaparral, donde viven más de 3 mil centroamericanos en espera de la reapertura de la frontera.

“Los haitianos no llegan en la misma cantidad, son menos, cada vez. Ahora son más los centroamericanos o de otras naciones”, refirió.

Y es que también se trasladan a esta frontera extranjeros de Venezuela, Chile, Cuba, Honduras, Guatemala y El Salvador, precisó.

En el caso de los haitianos buscan lo mismo que el resto, dijo, ir a Estados Unidos a solicitar asilo, huyen algunos de un régimen político que en su país no les permite avanzar.

“El objetivo es igual que los mexicano, ir a trabajar y reunir dinero para mantener a sus familiares”, mencionó Castro.

ledz


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