John Grant, un afroestadounidense condenado a muerte en el 2000 por un brutal asesinato, convulsionó unas veinte veces y vomitó en varias ocasiones antes de morir, dijo un testigo de la ejecución en la que se utilizó un cuestionado cóctel de químicos

Al poner fin a una moratoria de seis años a las ejecuciones, Oklahoma llevó a término este jueves la pena de muerte de un hombre afroestadounidense que convulsionó y vomitó al recibir la inyección letal, compuesta por un cóctel de substancias, sospechoso de causar un sufrimiento atroz a los reos.

John Grant, de 60 años, fue condenado a muerte en el año 2000 por el asesinato de una empleada de la cafetería de una prisión en 1998. Según los testigos, arrastró a la mujer, Gay Carter, hacia un armario, y la apuñaló en 16 ocasiones con un arma de fabricación casera.

Tras haber recibido luz verde de la Corte Suprema, las autoridades penitenciarias del estado rural y conservador del sur le inyectaron tres substancias y su muerte fue confirmada a las 4:21 pm locales.

Antes de que se levantara la cortina para permitir que los asistentes vieran hacia la cámara de ejecución, se podía escuchar a Grant gritando: “¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!”. Gritó una serie de groserías antes de que comenzara la inyección letal.


Grant fue amarrado a una camilla dentro de la cámara de ejecución, comenzó a convulsionar y vomitar después de que le administraron el primer fármaco, el sedante midazolam. Varios minutos después, dos miembros del equipo de ejecución le limpiaron el vómito del rostro y el cuello.

Luego le administraron las otras dos sustancias: bromuro de vecuronio, un paralizante, y cloruro de potasio, el cual detiene el corazón.

Se le declaró inconsciente unos 15 minutos después de que se le administrara el primero de los tres fármacos y fue declarado muerto unos seis minutos después.

La traumática ejecución de un reo en Oklahoma levanta críticas

Grant "comenzó a convulsionar poco después de la inyección del primer producto", declaró un periodista jubilado de la agencia estadounidense AP que asistió a la ejecución. Convulsionó unas veinte veces y vomitó en varias ocasiones antes de morir, agregó.

"He sido testigo de 14 ejecuciones, nunca había visto esto", señaló Michael Grazy, que aún cubre ejecuciones para la agencia como periodista independiente y ha visto la aplicación de la pena capital en unas 450 ocasiones.

Es inusual que alguien vomite mientras es ejecutado, según los expertos. El calvario de Grant suscitó inmediatamente fuertes críticas.


“Nunca había escuchado o visto algo así”, dijo Robert Dunham, director ejecutivo del Centro de Información sobre Pena de Muerte. “Es algo notable e inusual”.

"Por tercer vez consecutiva no funcionó correctamente el protocolo de ejecución de Oklahoma", insistió Dale Baich, abogado de varios condenados a muerte, incluido Grant.

"Ya no deberían haber ejecuciones en Oklahoma antes de que inicie en febrero el proceso" que tratará este punto preciso, agregó Baich.

"La ejecución del prisionero Grant fue realizada respetando los protocolos de los servicios penitenciarios de Oklahoma y sin complicaciones", defendió en un comunicado Justin Wolf, director de comunicación del departamento correccional del estado.

Un caso previo de ejecución cuestionada: un reo agonizó durante 43 minutos

Grant fue la primera persona en ser ejecutada en Oklahoma desde que se llevaron a cabo una serie de inyecciones letales fallidas en 2014 y 2015, lo que condujo a declarar una moratoria de las ejecuciones.

Este mismo cóctel fue usado en 2014 para ejecutar a Clayton Lockett, pero el condenado agonizó durante 43 minutos en aparente sufrimiento.

La Constitución estadounidense prohíbe las "penas crueles e inusuales".


Mientras la moratoria estuvo en vigor, Oklahoma prosiguió con sus planes de utilizar gas nitrógeno para ejecutar a los reclusos, pero finalmente optó por descartar la idea y el año pasado anunció que planeaba reanudar la aplicación de la pena capital utilizando el mismo protocolo de inyección letal de tres fármacos que se utilizó durante las ejecuciones fallidas.

El estado reanudó las ejecuciones con la inyección letal después de que la Corte Suprema federal, en una decisión sin explicaciones por 5 votos a favor y 3 en contra (de los jueces liberales), levantó las suspensiones a las ejecuciones que había ordenado el Tribunal Federal de Apelaciones del 10mo Circuito en los casos de Grant y de otro recluso, Julius Jones.

Oklahoma fijó para 2021 varias ejecuciones, empezando por la de Grant.

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Fuente: univision.com