Con el propósito de indagar en esta posible situación, y en otros aspectos relacionados con la producción de este producto, Granma se acercó a la Empresa de la Sal (Ensal) y obtuvo algunas respuestas… y hasta pronósticos

Ella no lo entiende, no quiere publicar su nombre porque considera que su queja es la de toda su comunidad, así que sin tapujos dice: «No solo en mi bodega, la sal que llega por la cuota en todos estos alrededores está húmeda, y no entiendo por qué razón, si tenemos aquí mismo, en Santa Lucía, una salina».

La queja la repite una consumidora en el municipio cabecera de Camagüey, y le agrega, incluso, que las bolsas se rompen y ha visto que en algunas bodegas hasta te «rellenan la bolsita con lo que queda al final del saco, sin siquiera cuidar de la higiene».

Entonces, los buches –salados, más que amargos– que tragan los avileños tampoco son novedad. En Morón, por ejemplo, la sal llega no solo empapada, también con turrones y, últimamente, que sea blanca es un lujo.

Las inquietudes de la población puede ser que, en muchos casos, sean muy particulares de un momento o lugar, pero también parecen indicar que el denominador común es la humedad en las críticas a la sal que se consume.

Con el propósito de indagar en esta posible situación, y en otros aspectos relacionados con la producción de este producto, Granma se acercó a la Empresa de la Sal (Ensal) y obtuvo algunas respuestas… y hasta pronósticos.

Efectivamente, reconoció el director de Ensal, Jorge Luis Bell Álvarez, el mayor problema ahora mismo es ese, pues la única salina en Cuba que cuenta con flujo tecnológico capaz de producir sal seca es la Salina Guantánamo, y esta se encarga de la canasta familiar normada solo de La Habana y de la propia provincia oriental.

Es importante conocer, especificó, que la empresa está compuesta por seis unidades empresariales de base (ueb) productivas. Está la de Guantánamo, la salina Joa, la de Las Tunas, El Real, que está en Santa Lucía, una unidad de derivados y la perteneciente a Matanzas.

De esta manera –contestó el directivo sobre la demandada calidad–, la canasta familiar normada de las provincias a las que Guantánamo no tributa son compromiso de El Real, Matanzas y Joa, que elaboran sal húmeda, lo que no significa que algunas de estas regiones no se beneficien, en ciertas oportunidades, de la sal seca que sale de Guantánamo.

Bell Álvarez reiteró que la humedad es cierta y es un problema. Explicó, por ejemplo, que las centrífugas que utilizan las salinas ni siquiera son las adecuadas, puesto que su origen está en los centrales azucareros, así que su función no es la más propicia para obtener sal, sino para el azúcar. A ello se le suma que Guantánamo es la única que cuenta con un horno.

No obstante, destaca Bell Álvarez, si las salinas no han tenido situaciones más graves hoy es gracias a la inventiva y voluntad de los salineros. Con sus mismos recursos logran adaptaciones, innovaciones a ciertas piezas.

También se está trabajando en la importación de cuatro centrífugas, a fin de lograr estabilidad en la calidad. Además, se piensa en otra inversión para cambiar el flujo tecnológico de la salina El Real a un sistema de secado indirecto de lecho fluido, que garantiza la inocuidad del producto. Una vez montado, se podrá producir cualquier tipo de sal.

A PESAR DE… PRODUCCIÓN GARANTIZADA

Aunque a la calidad todavía le falta mucho para ser la deseada, en disímiles aspectos –que incluyen problemas en la distribución y en la venta–, las cantidades comprometidas se han logrado hasta el cierre del primer semestre del año.

Bell Álvarez informó que, a nivel de empresa, hasta el cierre de junio se cumplían todos los indicadores productivos: la extracción, la elaboración, la sal en bolsa, la canasta familiar, y la destinada a la electroquímica.

Sin embargo, argumentó, los meses de julio y agosto complicaron esa racha, en la que influyeron las afectaciones energéticas, tanto por diésel, por asignación, o por la propia interrupción del servicio debido a la falta de generación.

Al cierre de agosto, entonces, el acumulado presentaba que la extracción se cumple al 92,7 %, aunque para septiembre se deben recuperar las 475 toneladas de sal necesarias para cubrir el compromiso.

Pero en el caso de la elaboración, acotó, hasta agosto se cumple el 92,1 %, y septiembre debe cerrar a un 97 %, porque se mantiene el déficit de electricidad, entre otros factores. Con respecto a la bolsa de un kilogramo de la canasta familiar, en agosto estaba al 99,5 %, y debe cerrar este mes igualmente cumplido.

Con respecto a la entrega al turismo, el directivo reconoció que las salinas no cuentan con las condiciones para producir la sal que demanda ese sector.

El pasado año, la indicación fue evaluar si se podía sustituir la sal que importa el turismo. La única salina capaz es Guantánamo, y la respuesta al análisis fue que la sal fina de cocina, como tiene los mismos parámetros de la sal entregada a trd, y similares a la de la bolsa de la canasta familiar, sí se podía cumplir, comentó.

De esa forma, en diciembre de 2020 se entregaron 30 toneladas de sal extrafina para mesa y 180 toneladas de sal de cocina, en sacos de 25 kilogramos.  Mientras, para la reapertura actual, el encargo es de 40 toneladas de sal extrafina de mesa y 120 de cocina.

El directivo aclaró que, en el segundo caso, no existen limitaciones. Sin embargo, la alternativa para la primera demanda es clasificar la sal manualmente, a través de un cernidor.

Mas, adelantó, se está cerrando un contrato de importación de mallas que es posible que lleguen en el mes de noviembre, para montar en el equipamiento que ya está listo y, de esa forma, conseguir mayores producciones de este tipo de sal.

Aunque casi todo marcha según los planes, realmente los meses de julio y agosto han traído consigo dificultades, sobre todo las afectaciones energéticas.

Acerca de ese asunto, el Director de la Ensal especificó que, por falta de fluido eléctrico, por ejemplo, se han perdido 344 horas de trabajo que equivalen, de acuerdo con la capacidad productiva horaria de cada planta, a 3 400 toneladas de sal.

SALINA GUANTÁNAMO: PRODUCIR MÁS QUE SAL

Aun cuando la sal de Guantánamo solo llega a la canasta familiar de la capital y de la propia provincia, realmente el 46 % del total de ese producto que se consume en Cuba se garantiza por esta ueb, que al cierre de agosto cumplió sus principales compromisos con el consumo nacional, al tiempo que incursiona en otras alternativas para diversificarse.

El ingeniero Yoel Portuondo Savón, director de la ueb, detalló que la producción fue de 5 600 toneladas por encima de lo planificado; sobre todo en la sal fina. Mientras, la canasta básica se benefició con 3 000 toneladas más de lo previsto.

La producción mercantil, acotó, permitió generar ingresos de 164 millones de pesos, unos 37 millones por encima de lo estimado, lo que demuestra la eficacia de la unidad que mantiene la condición de Colectivo Vanguardia Nacional por dos años consecutivos.

Portuondo Savón agregó que, en este año, entregaron a la Empresa Electroquímica de Sagua 2 495 toneladas de sal gruesa para la producción de cloro en el combate contra la COVID-19 y, como parte de la diversificación de la industria, mantienen la entrega de sal a las tiendas Cimex, trd y Caracol, unas 1 280 toneladas hasta la fecha, cifra que debe incrementarse en lo adelante.

Si bien este año ha sido de gran beneficio para la obtención de la sal, pues los pocos milímetros de lluvia caídos y la alta evaporación propician niveles de cristalización del cloruro de sodio favorables, las afectaciones derivadas del bloqueo y la pandemia han obstaculizado el abasto de combustible diésel para extraer sal, indicador que, hasta agosto, tiene un déficit de 3 800 toneladas, algo que prevén revertir para el cuarto trimestre del año en curso, declaró.

También otros compromisos de la salina han sufrido afectaciones. Derivados altamente demandados por la población, como el desodorante Roll-on, la sal condimentada, el fango salino, etcétera, apenas se garantizan por la falta de insumos y materias primas fundamentales, como el condimento y los envases.

La alternativa, de acuerdo con Yoel Portuondo, ha sido trabajar en otras producciones como el hidróxido de magnesio, usado en la industria como aditivo en la quema del crudo nacional. El fango, por otra parte, se comercializa en pocas cantidades con la Empresa de Ópticas y Farmacias, así como con clientes de otras provincias.

Como parte del fortalecimiento de la empresa estatal socialista, la Salina Guantánamo fue seleccionada para convertirse en Empresa Filial, por reunir los requisitos al completar el proceso productivo y contar con personal altamente calificado. En enero de 2022 debe concretarse esta importante tarea.

Mientras tanto, el colectivo guantanamero continúa proyectando mejoras en el futuro. Dentro de las prioridades está exportar productos a la zona del Caribe, proceso detenido ahora por el azote del coronavirus, pero que se retomará sin dilaciones.

Igualmente, se planifica la construcción y puesta en explotación de otra planta, que elevará en 20 000 toneladas los resultados que hoy se obtienen. Ello tributará a elevar los niveles de calidad de la sal, su envase y embalaje, además de que se obtendrán productos que están en la cartera de ofertas de la industria, pero que no se producen por limitaciones en la importación de los bienes necesarios y por falta de renovación tecnológica.

Fuente: granma.cu